En una muestra de solidaridad y compromiso con la Comunidad Valenciana, Su Majestad el Rey Felipe VI realizó una visita privada a la localidad de Torrente, una de las más afectadas por la DANA que azotó la región el pasado 29 de octubre. Esta visita, que coincidió con el día grande de las Fallas, ha sido interpretada como un gesto de apoyo y cercanía hacia los valencianos, especialmente hacia aquellos que sufrieron las consecuencias del temporal.
La llegada del Rey a Torrente alrededor de las 13:00 horas tomó por sorpresa a los habitantes de la localidad. Sin previo aviso y en el marco de una visita de carácter privado, Felipe VI recorrió las calles de la ciudad acompañado por la alcaldesa Amparo Folgado. Durante su recorrido, el monarca visitó las fallas Benemérita Guardia Civil y Antonio Pardo, esta última galardonada con el primer premio de la Sección Especial de las fallas de Torrente.
La presencia del Rey generó una oleada de entusiasmo entre los vecinos, quienes no dudaron en acercarse para saludarle y expresar su agradecimiento. Felipe VI, mostrando su cercanía habitual, se detuvo a conversar con los ciudadanos, se tomó fotografías con ellos y compartió momentos de auténtica camaradería. Las falleras mayores de Torrente, Alicia Moreno y Ana Barbera, tuvieron la oportunidad de intercambiar impresiones con el Monarca, quien se interesó por el desarrollo de las festividades y por cómo estaban viviendo su reinado.
Esta visita se enmarca en una serie de acciones que la Casa Real ha llevado a cabo desde que la DANA afectara gravemente a la Comunidad Valenciana. El Rey Felipe VI ha visitado en varias ocasiones las zonas damnificadas, mostrando un interés continuo por la recuperación y el bienestar de los afectados. Su presencia en Torrente durante las Fallas no solo celebra una de las festividades más emblemáticas de la región, sino que también reafirma su compromiso con aquellos que aún se recuperan de las secuelas del desastre natural.
La empatía y el apoyo demostrados por el monarca contrastan con la percepción que algunos sectores de la sociedad tienen respecto a la actuación del Gobierno central. Mientras que la presencia Real ha sido constante y visible, la respuesta del gobierno del todavía presidente Pedro Sánchez, ha sido insuficiente o tardía. Este contraste ha fortalecido el vínculo entre la Corona y el pueblo valenciano, que ve en el Rey una figura cercana y comprometida con sus necesidades.
Tras su visita a Torrente, el Rey Felipe VI asistió a la corrida del día de San José en la Plaza de Toros de Valencia. Este evento, organizado en homenaje a las víctimas de la DANA, contó con un mano a mano entre los toreros Román y Borja Jiménez, lidiando reses de la ganadería de La Quinta. La empresa gestora de la plaza, Espacios Nautalia 360, donó 3.500 entradas para que fueran distribuidas entre las localidades afectadas por el temporal, permitiendo así que muchos damnificados pudieran asistir al evento.
La reiterada presencia del Rey en la Comunidad Valenciana ha generado un sentimiento de gratitud y aprecio entre los ciudadanos. La percepción de que la Corona está atenta a sus necesidades y comparte sus preocupaciones ha fortalecido los lazos entre la institución y el pueblo valenciano. Las muestras de cariño hacia el monarca durante sus visitas son reflejo de una relación que se ha visto reforzada en tiempos de adversidad.

Por otro lado, la comparación con la actuación del Gobierno central ha sido inevitable entre el pueblo. Mientras que la respuesta institucional del gobierno de la PSOE ha sido maliciosamente lenta, la Corona actuó desde el primer momento enviando a la Guardia Real y apoyando a los valencianos. Este sentimiento ha llevado a que la figura del Rey se destaque aún más como símbolo de unidad y apoyo en momentos difíciles.
La actuación de Su Majestad el Rey Felipe VI durante y después de la DANA pone de manifiesto la relevancia de que las instituciones muestren cercanía y compromiso en tiempos de crisis. La empatía y el apoyo directo a las comunidades afectadas no solo ayudan en la recuperación material, sino que también fortalecen el tejido social y el ánimo colectivo.
La visita a las Fallas de Torrente, más allá de su carácter festivo, simboliza la fortaleza de un pueblo que, pese a las adversidades, mantiene vivas sus tradiciones y mira al futuro con esperanza. La presencia del Rey en estos momentos clave refuerza la moral colectiva y sirve como recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, la unidad y la solidaridad son fundamentales para superar cualquier desafío.
La visita sorpresa del Rey Felipe VI a Torrente durante las Fallas de 2025 ha sido un gesto significativo que ha resonado profundamente en la Comunidad Valenciana. Su constante apoyo y presencia tras la DANA han consolidado una relación de cercanía y confianza entre la Corona y el pueblo valenciano. Mientras algunas instituciones pueden haber quedado rezagadas en su respuesta, la figura del Monarca ha brillado como un faro de unidad y solidaridad, recordando a todos la importancia de estar juntos en tiempos de adversidad.


