La segunda jornada del viaje de cooperación de la Reina Letizia a Cabo Verde estuvo marcada por el contacto directo con las personas que se benefician del apoyo de España en el país africano. A lo largo del día, la Reina visitó proyectos financiados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), centrándose en iniciativas de igualdad de género, lucha contra la violencia machista y economía azul.
Cada encuentro de la Reina fue un reflejo del impacto que tiene la cooperación española en la vida de miles de caboverdianos. Desde adolescentes que aprenden sobre igualdad hasta mujeres que luchan por dignificar su trabajo en la pesca, la Reina no solo escuchó, sino que mostró un genuino interés en sus historias y desafíos.
La jornada comenzó en Praia, la capital de Cabo Verde, donde la Reina Letizia visitó la Escuela Secundaria Regina Silva. Allí, un grupo de jóvenes la esperaba con entusiasmo para hablar sobre un tema crucial: la erradicación de la violencia de género. Este encuentro formó parte del programa “Fortalecer espacios y capacidades de atención, prevención y reinserción de víctimas de violencia de género”, financiado por la cooperación española.

La Reina se sentó en círculo con un grupo de adolescentes, escuchando atentamente sus testimonios y las reflexiones que habían trabajado en los talleres de sensibilización. Entre ellos estaba Mariana, una joven de 16 años que compartió su experiencia sobre cómo estas iniciativas le han ayudado a reconocer comportamientos tóxicos y a sentirse más empoderada.
“Antes, muchas de nosotras creíamos que los celos eran una prueba de amor. Ahora entendemos que el respeto es lo más importante en una relación”, dijo Mariana, mirando directamente a la Reina, que asintió con una sonrisa.
El programa, respaldado por España, busca no solo educar a los jóvenes, sino también crear redes de apoyo para que las víctimas de violencia machista puedan encontrar ayuda. La Reina, con su característica cercanía, animó a los alumnos a seguir formándose y a ser agentes de cambio en su comunidad.
Por la tarde, la Reina Letizia viajó a la isla de San Vicente, donde visitó el Mercado de Pescado de Mindelo. Allí, la esperaban las peixeiras, mujeres dedicadas a la venta de pescado, que han encontrado en la cooperación española una oportunidad para mejorar sus condiciones de trabajo y vida.

Nada más llegar, la Reina fue recibida con alegría y música. Las peixeiras le mostraron sus puestos y le explicaron cómo la ayuda de España les ha permitido acceder a formación, mejorar la cadena de distribución del pescado y aumentar sus ingresos.
Entre ellas estaba Germana, una madre soltera de 42 años que lleva más de dos décadas vendiendo pescado. Con emoción, le contó a la Reina cómo antes pasaba horas bajo el sol sin un lugar adecuado para almacenar el producto, perdiendo mercancía y dinero.
“Ahora tenemos hielo, mejores instalaciones y más conocimientos para vender y negociar. La ayuda de España ha cambiado nuestra vida”, le dijo a la Reina, que no dudó en felicitarla por su esfuerzo y determinación.

Otra peixeira, Marisa, le explicó cómo la introducción del pescado en los menús escolares ha beneficiado tanto a las vendedoras como a los niños caboverdianos.
“Nuestros hijos ahora comen mejor y nosotras ganamos más”, afirmó, mientras la Reina observaba atentamente los datos del proyecto.
El entusiasmo de estas mujeres emocionó visiblemente a la Reina, quien destacó la importancia de seguir apoyando estos proyectos que permiten a muchas mujeres alcanzar la independencia económica y mejorar su calidad de vida.
El último destino de la jornada fue el Ocean Science Centre de Mindelo, donde la Reina Letizia conoció de primera mano proyectos de economía azul que buscan preservar los recursos marinos y crear empleo en el sector sostenible.

La Reina se reunió con investigadores y trabajadores locales, quienes le explicaron cómo las iniciativas apoyadas por España están ayudando a restaurar ecosistemas marinos, mejorar la gestión pesquera y fomentar el turismo sostenible.
Uno de los momentos más destacados fue su conversación con José, un joven biólogo marino que le habló sobre la restauración de los arrecifes de coral.
“Cuando empecé, estos corales estaban muriendo. Ahora, gracias a los proyectos de cooperación, hemos conseguido que vuelvan a crecer”, le explicó con entusiasmo.

La Reina, con un profundo interés en la ciencia y el medioambiente, se mostró especialmente curiosa sobre los avances en la protección de la biodiversidad marina.

Además, conoció a Lina, una guía turística que ha encontrado en la rehabilitación de faros históricos una oportunidad de empleo.
“Antes no había mucho turismo en esta zona, pero ahora los visitantes vienen a ver los faros restaurados y aprenden sobre nuestra historia”, le dijo a la Reina, quien elogió la iniciativa y la importancia de crear empleo sin dañar el ecosistema.
La segunda jornada del viaje de la Reina Letizia en Cabo Verde estuvo marcada por su cercanía con las personas que se benefician de la cooperación española. Cada historia, cada testimonio y cada mirada de gratitud fueron una muestra del impacto positivo que tiene la ayuda de España en el país africano.
Desde jóvenes que aprenden sobre igualdad hasta mujeres que dignifican su trabajo en la pesca, pasando por científicos que protegen el océano, la Reina fue testigo del poder transformador de la cooperación internacional.

Con cada encuentro, la Reina Letizia reafirmó el compromiso de España con el desarrollo de Cabo Verde y con el bienestar de las personas que, gracias a estos proyectos, tienen la oportunidad de construir un futuro mejor.

