En una jornada llena de emoción y significado, Su Majestad el Rey Felipe VI visitó el Centro de Educación Especial Purísima Concepción de las Hermanas Hospitalarias en Granada para entregar el Premio Princesa de Gerona Escuela del Año 2023. Este reconocimiento destaca la labor excepcional del centro en la educación inclusiva y personalizada de niños y jóvenes con diversidad funcional.
Desde primeras horas de la mañana, la comunidad educativa del centro esperaba con entusiasmo la llegada del monarca. Alumnos, profesores y familiares se congregaron en el patio principal, ondeando banderas y mostrando pancartas de bienvenida. El ambiente estaba impregnado de alegría y expectación, reflejando la importancia de la visita para todos los presentes.
Al arribar, el Rey fue recibido por la directora del centro, quien le presentó a varios estudiantes. Entre ellos, Alejandro, Alba, Nacho y Javi, cuatro alumnos que, con sonrisas radiantes, le entregaron un ramo de flores y una tarjeta hecha a mano, expresando su gratitud por la visita. Felipe VI, visiblemente conmovido, se inclinó para estar a su altura, estrechando sus manos y compartiendo palabras de afecto.

Durante el recorrido por las instalaciones, el monarca mostró un interés genuino por las metodologías innovadoras que emplea el centro. Visitó el aula de haloterapia, donde los niños reciben terapias en un ambiente que simula una cueva de sal, beneficioso para problemas respiratorios. También exploró la sala de luz negra, utilizada para estimular los sentidos y fomentar la relajación en los alumnos. En cada espacio, Felipe VI interactuó directamente con los estudiantes, participando en actividades y mostrando una empatía palpable.
Uno de los momentos más emotivos ocurrió en el taller de economía circular. Aquí, los alumnos aprenden a reutilizar materiales, creando productos artesanales. El Rey se sentó junto a un grupo de estudiantes que confeccionaban bolsos a partir de telas recicladas. Tomó una aguja y, bajo la guía de una alumna, intentó coser una pieza. Las risas y aplausos llenaron la sala cuando completó la tarea con éxito, demostrando su cercanía y disposición para integrarse en las actividades cotidianas del centro.

Felipe VI también dedicó tiempo a reunirse con los voluntarios del centro, reconociendo su labor esencial en el desarrollo de los programas educativos. En una conversación distendida, escuchó sus experiencias y desafíos, agradeciéndoles por su dedicación y compromiso. “La labor que realizáis aquí es verdaderamente inspiradora. Cada uno de vosotros contribuye a construir una sociedad más inclusiva y justa”, expresó el monarca, palabras que resonaron profundamente entre los presentes.
La ceremonia de entrega del premio se llevó a cabo en el auditorio del centro. Al dirigirse a la audiencia, el Rey destacó: “En este centro, cada gesto, cada decisión, cada esfuerzo tiene un propósito muy claro: ofrecer a los alumnos las mejores oportunidades para su desarrollo y bienestar”. Sus palabras reflejaron el reconocimiento a la dedicación del personal y la comunidad educativa en su conjunto.

El acto concluyó con una actuación musical preparada por los alumnos, quienes, con entusiasmo y alegría, interpretaron una canción que hablaba de sueños y superación. Felipe VI, desde la primera fila, aplaudió con emoción, evidenciando su conexión con los estudiantes y su aprecio por el esfuerzo demostrado.
Al despedirse, el Rey se tomó el tiempo para saludar personalmente a cada miembro del centro, desde el personal docente hasta el equipo de mantenimiento. Su calidez y cercanía dejaron una huella imborrable en todos los presentes, reafirmando el compromiso de la Casa Real con la educación inclusiva y el reconocimiento de iniciativas que promueven la igualdad de oportunidades.
La visita de Felipe VI al Centro de Educación Especial Purísima Concepción no solo celebró los logros de la institución, sino que también puso de manifiesto la importancia de una educación que valore y potencie las capacidades de cada individuo, independientemente de sus circunstancias. Un día que quedará grabado en la memoria de todos como un testimonio del poder transformador de la empatía, el respeto y la inclusión.


