En la brumosa mañana del 18 de abril de 2025, el puerto de El Callao, en Perú, se convirtió en escenario de un encuentro cargado de simbolismo. La Princesa Leonor, heredera al trono de España, recibió a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano a Patricia Llosa y a dos de los hijos del recién fallecido Mario Vargas Llosa, Gonzalo y Morgana. Este gesto, sencillo pero profundamente significativo, no solo rindió homenaje al Nobel de Literatura, sino que reforzó los lazos culturales e históricos entre España y Perú, en un momento de duelo para las letras hispanoamericanas.

La travesía de Leonor en el Elcano, iniciada el 11 de enero en Cádiz, forma parte de su formación como guardiamarina en la Armada Española, un rito de paso que emula los pasos de su padre, Felipe VI, y su abuelo, Juan Carlos I. En este contexto, la escala en Lima adquirió una dimensión especial tras la muerte de Vargas Llosa el 14 de abril. El escritor, cuya pluma trazó puentes entre continentes, fue recordado por la Casa Real con una carta de condolencias que Álvaro Vargas Llosa, el hijo mayor, calificó de “conmovedora”. La visita de la princesa a la familia Llosa, sin embargo, añadió un toque personal a ese pésame institucional.

A bordo del bergantín-goleta, SAR La Princesa de Asturias, vestida con el uniforme de gala de la Armada, posó junto a Patricia, Gonzalo y Morgana en una fotografía distribuida por Casa Real. La imagen, tomada en la cubierta del buque, refleja la sobriedad de un encuentro que, aunque breve, destiló calidez y respeto. No se han revelado detalles de la conversación, pero es fácil imaginar que la princesa, con su característica empatía, expresó el cariño de la Corona hacia un intelectual que defendió la libertad y la democracia con la misma pasión que dedicó a sus novelas.

El Juan Sebastián de Elcano, embajada flotante de España, no solo lleva a Leonor a recorrer puertos de América, sino que la sumerge en la riqueza cultural del continente. En El Callao, el buque fue recibido con 21 salvas de cañonazos, respondidas desde la Escuela Naval de Perú, en una ceremonia que rememora tradiciones marítimas del siglo XVI. Este marco solemne engrandeció el encuentro, que coincidió con las palabras de Felipe VI en Madrid, donde, durante un almuerzo previo al Premio Cervantes, elogió la contribución de Vargas Llosa al “Olimpo de las letras universales”.

La presencia de Leonor en Perú, y su gesto hacia la familia Llosa, subrayan su creciente papel como representante de una monarquía moderna, comprometida con la cultura y la diplomacia. A sus 19 años, la Princesa demuestra una madurez que trasciende su formación militar, conectando con figuras clave de la historia contemporánea. Cuando el Elcano levó anclas rumbo a Panamá, dejó en Lima un eco de respeto y admiración, uniendo para siempre el nombre de Leonor al legado inmortal de Mario Vargas Llosa.