Su Majestad el Rey Felipe VI visitó el submarino S-81 Isaac Peral en el Arsenal Militar de Cartagena, en un acto que puso de manifiesto la estrecha vinculación de la Corona con las Fuerzas Armadas y, por ende, con la sociedad española. La presencia del Rey, Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas según establece el artículo 62 de la Constitución Española, tuvo un profundo significado institucional y estratégico, especialmente en un contexto internacional que exige mayor cohesión y proyección de soberanía.
El submarino S-81 Isaac Peral, primero de la serie S-80 Plus, constituye un hito para la Armada Española y para la industria de defensa nacional. Construido por la empresa pública Navantia, el sumergible representa el fruto de la capacidad tecnológica y de ingeniería española. Este modelo es único en el mundo por ser el primero diseñado y fabricado íntegramente en España, con autonomía estratégica y un alto grado de sofisticación en sistemas de propulsión independiente de aire (AIP), guerra antisubmarina, guerra electrónica y operaciones de inteligencia.
El Rey no se limitó a una visita protocolaria. Acompañado por altos mandos de la Armada, embarcó en el submarino y participó activamente en una navegación en superficie e inmersión, lo que permitió comprobar la operatividad total del navío. Esta acción refleja el compromiso del Jefe del Estado con la preparación y capacidad de respuesta de nuestras Fuerzas Armadas, así como el respaldo directo a la labor que realizan los militares al servicio de España.

La Corona ha mantenido, históricamente, un vínculo directo y constante con las Fuerzas Armadas. Esta unión no es solo legal o institucional, sino también emocional y simbólica. El Rey, formado en la Academia General Militar de Zaragoza, la Escuela Naval de Marín y la Academia General del Aire de San Javier, ha compartido con generaciones de militares la vocación de servicio, la disciplina y el compromiso con el interés general. En cada acto castrense al que asiste, refuerza ese lazo de confianza y estima entre la institución monárquica y el Ejército.
Cabe destacar que el S-81 Isaac Peral cuenta con el honor de tener como madrina a Su Alteza Real la Princesa de Asturias, Doña Leonor de Borbón, quien amadrinó oficialmente el submarino en la ceremonia de puesta a flote celebrada el 22 de abril de 2021. Esta designación reafirma el papel de continuidad que encarna la Heredera de la Corona en el mantenimiento de los lazos entre la Casa Real y las Fuerzas Armadas. Con ello, se afianza el principio de permanencia y estabilidad institucional que representa la Monarquía Parlamentaria.
El gesto de la Princesa al ejercer como madrina del submarino no fue una formalidad sin contenido. Se trató de un acto profundamente simbólico: la vinculación de la futura Reina de España con un instrumento estratégico de la defensa nacional. La presencia activa de la Princesa de Asturias en la vida militar española ha ido creciendo en los últimos años, especialmente tras su formación en la Academia General Militar de Zaragoza y en su actual destino en el Buque Escuela Juan Sebastián de El Cano, donde ya demuestra una conciencia clara de sus responsabilidades constitucionales como futura Jefa del Estado.

El programa S-80 Plus, del que forma parte el S-81, es una pieza fundamental para la modernización de la Armada. Además del Isaac Peral, incluye otros tres submarinos: el S-82 Narciso Monturiol, el S-83 Cosme García y el S-84 Mateo García de los Reyes. Todos ellos están siendo desarrollados por Navantia en Cartagena, consolidando a la Región de Murcia como enclave estratégico de la defensa nacional. La implicación de más de 80 empresas españolas en el programa convierte este proyecto en un auténtico ejemplo de colaboración público-privada y de vertebración territorial.
Durante su estancia en Cartagena, el Rey también tuvo la oportunidad de saludar personalmente a la tripulación del S-81, así como a los ingenieros, técnicos y operarios que participaron en su construcción. En sus palabras, Su Majestad destacó “la excelencia, profesionalidad y vocación de servicio” de todos los implicados en este proyecto, subrayando que el trabajo realizado “honra a España y fortalece nuestra capacidad de defensa autónoma”. Estas declaraciones refuerzan el papel del Monarca como máximo representante del Estado, garante de la unidad nacional y símbolo de la continuidad institucional.
El submarino Isaac Peral, con una eslora de 80,8 metros y un desplazamiento de casi 3.000 toneladas, es una herramienta fundamental para preservar la soberanía marítima española. Su tecnología de vanguardia y su polivalencia táctica lo convierten en una pieza clave para operar en contextos de amenaza híbrida, guerra asimétrica o disuasión regional. En este sentido, la participación activa del Rey en su presentación operativa transmite un mensaje inequívoco: la Corona apoya sin fisuras el fortalecimiento de la capacidad militar nacional como garantía de paz, estabilidad y proyección exterior.

La visita del Rey Felipe VI al S-81 Isaac Peral ha sido, por tanto, un acto cargado de contenido institucional, patriótico y estratégico. No se trató solo de un gesto ceremonial, sino de una reafirmación del vínculo esencial que une a la Corona con quienes sirven a España desde el mar, el aire o la tierra. La presencia del Monarca a bordo de un submarino español construido con esfuerzo colectivo, amadrinado por la Princesa de Asturias y destinado a proteger la soberanía nacional, constituye un poderoso testimonio del papel integrador, simbólico y operativo de la Monarquía en la España del siglo XXI.

