En un día cargado de simbolismo histórico y fervor ciudadano, Sus Majestades los Reyes Felipe VI y Letizia visitaron el 3 de junio de 2025 la localidad palentina de Brañosera, considerada el primer municipio de España, para conmemorar el 1.200 aniversario de su Fuero. Este pequeño pueblo enclavado en la Montaña Palentina, cuna del municipalismo español, se vistió de gala para recibir a los monarcas con un calor humano que resonó en cada rincón de sus calles empedradas. El acto, organizado por la Junta de Castilla y León, la Diputación de Palencia y el Ayuntamiento de Brañosera, no solo celebró un hito histórico, sino que reafirmó el compromiso inquebrantable de la Corona con los pueblos de España, especialmente con aquellos que, como Brañosera, luchan contra los desafíos de la despoblación.
Un recibimiento que abraza la historia
La llegada de los Reyes a Brañosera fue un momento de emoción contenida para los 250 habitantes de este municipio, que aguardaban con entusiasmo en la Plaza del Fuero. Banderas de España y de Castilla y León ondeaban junto a pancartas que proclamaban “Brañosera, cuna del municipalismo”. Niños de la escuela local, vestidos con camisetas conmemorativas, se unieron a los vecinos para dar la bienvenida a Felipe VI y Letizia, quienes respondieron con sonrisas y saludos cercanos. El alcalde, Jesús María Mediavilla, visiblemente emocionado, recibió a los monarcas en el Ayuntamiento, donde les obsequió un facsímil del Fuero de 824, una medalla conmemorativa y un pergamino que simbolizan el orgullo de un pueblo que lleva doce siglos siendo referente de autogobierno.
El calor de los lugareños se hizo patente en cada gesto: aplausos espontáneos, vítores y palabras de agradecimiento resonaron mientras los Reyes recorrían el pueblo. “¡Viva el Rey! ¡Viva la Reina!”, gritaban los vecinos, muchos de los cuales se habían desplazado desde localidades cercanas de la Montaña Palentina para ser testigos de este momento histórico. La presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, expresó que la visita era “una gran alegría” para la provincia, mientras que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, destacó la presencia de los monarcas como un reconocimiento al legado de Castilla y León, que con más de 2.200 ayuntamientos es la comunidad con mayor número de municipios en España.

Las palabras del Rey: un canto al municipalismo y a la España rural
El acto institucional, celebrado en el Mirador del Argilo, fue el corazón de la jornada. Felipe VI, en un discurso cargado de profundidad histórica y compromiso social, subrayó la relevancia del Fuero de Brañosera como “la piedra fundamental del municipalismo” y un testimonio de “la libertad e igualdad como fundamentos de ciudadanía”. El Rey evocó la gesta de los condes Munio Núñez y Argilo, quienes en 824, bajo el reinado de Alfonso II, otorgaron la Carta Puebla que dio vida a Brañosera. “Hace doce siglos, los condes sembraron la semilla de una idea que en otros lugares de Europa tardaría un milenio en germinar: una asamblea de ciudadanos autónoma y cohesionada”, afirmó, destacando cómo este documento pionero reguló la convivencia, el reparto de tierras y la elección de autoridades locales.
Felipe VI no solo miró al pasado, sino que proyectó su mensaje hacia los desafíos del presente. En un guiño a la “España vaciada”, el monarca llamó a los vecinos y a las administraciones a “trabajar coordinados” para garantizar servicios básicos, fomentar el empleo y promover el emprendimiento en las zonas rurales. “Brañosera comparte muchos de los retos y preocupaciones ligados a la España vaciada, y los brañoserenses reivindicáis vuestra historia sin desatender el presente y sin dejar de mirar al futuro”, señaló. Sus palabras resonaron como un reconocimiento a la resiliencia de un pueblo que, pese a la despoblación causada por el cierre de minas y la mecanización del campo, ha sabido reinventarse atrayendo nuevos residentes gracias a la conectividad digital y su entorno natural.
El Rey también destacó la dimensión moderna del municipalismo: “Las cartas puebla abrieron un espacio a la vida urbana, al comercio, al negocio, al emprendimiento, también a la enseñanza, al ocio y al juego. Contenían una noción de la vida como proyecto individual, más ligada a la modernidad que al medievo”. Para Felipe VI, los pueblos como Brañosera son “donde la vida democrática se hace más tangible y real”, un lugar donde la “voluntad de vivir juntos” se convierte en la “mejor expresión de un pueblo creativo, dinámico, audaz”. Concluyó agradeciendo a los brañoserenses por “preservar ese espacio de libertades reconocido hace 1.200 años”, una lección de “ética y capacidad de superación” que sigue iluminando el camino de España.

El compromiso de la Corona con los pueblos de España
La visita de los Reyes a Brañosera, enmarcada en el décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI, reafirma el papel de la Corona como garante de la unidad y la cohesión territorial. Durante el acto, los monarcas entregaron distinciones a representantes del municipalismo, como la presidenta de la Federación Regional de Municipios y Provincias, la alcaldesa más joven y el alcalde más veterano de Palencia, en un gesto que simboliza el reconocimiento a quienes sostienen la vida local. La Reina Letizia, siempre atenta, conversó con los premiados y los vecinos, mostrando su interés por los proyectos que están revitalizando la región, como el “Bosque de los Municipios”, donde se han plantado 8.132 árboles, uno por cada municipio español.
La Corona, a través de esta visita, envió un mensaje claro: los pueblos pequeños, como Brañosera, son el alma de España. Felipe VI y Letizia han demostrado en repetidas ocasiones su compromiso con las zonas rurales, visitando localidades afectadas por la despoblación y apoyando iniciativas que promueven su desarrollo. En Brañosera, este compromiso se materializó en la cercanía de los Reyes, que dedicaron tiempo a saludar a los vecinos, escuchar sus historias y compartir momentos de complicidad, como cuando un grupo de niños les mostró dibujos inspirados en el Fuero.
Un legado que trasciende el tiempo
El Fuero de Brañosera, otorgado el 13 de octubre de 824, es más que un documento histórico: es el acta fundacional del municipalismo hispánico. Concedido por Munio Núñez y Argilo a cinco familias que se asentaron en una “villa” estratégica en la sierra de Hijar, el fuero reguló el uso comunal de recursos, eximió ciertas obligaciones feudales y permitió la organización de una comunidad libre. Este modelo, que marcó el camino para otros fueros como el de León (1017) o el de Cuenca (siglo XII), fue un hito en la Reconquista, facilitando la repoblación de territorios fronterizos y sentando las bases de la estructura institucional de España.

La jornada en Brañosera incluyó la interpretación del himno “Brañosera, cuna del municipalismo”, compuesto por Luis Pedraza, y la presencia de autoridades como el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, y el delegado del Gobierno, Nicanor Sen. El acto culminó con un reconocimiento al esfuerzo colectivo de los brañoserenses, quienes, en palabras de Fernández Mañueco, “expresan cómo se asienta la población y cómo se estructura la relación con el entorno”. La visita de los Reyes no solo puso en valor el pasado, sino que proyectó un mensaje de esperanza para el futuro de los municipios rurales, reforzando su papel en la lucha contra el reto demográfico.
Brañosera: un pueblo vivo que mira al futuro
Con solo 250 habitantes, Brañosera es un ejemplo de resistencia y adaptación. Su ubicación en el Parque Natural de Fuente Cobre, cuna del río Pisuerga, y su riqueza patrimonial, con templos románicos como la iglesia de Santa Eulalia, atraen a quienes buscan un estilo de vida conectado con la naturaleza. La visita de los Reyes ha dado un impulso a proyectos como el teletrabajo y el emprendimiento rural, que están revitalizando la zona. Brañosera, con su fuero de 1.200 años, sigue siendo un faro de libertad, igualdad y comunidad, valores que los Reyes Felipe VI y Letizia defendieron con su presencia y palabras, consolidando su compromiso con los pueblos que dan vida a España.

