La Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, continúa forjando su camino como futura Jefa de Estado con una dedicación que inspira a generaciones. Este jueves, 5 de junio de 2025, la joven heredera al trono español dejará el emblemático buque escuela Juan Sebastián de Elcano tras cinco meses de intensa formación naval, para embarcarse en una nueva etapa a bordo de la moderna fragata Blas de Lezo (F-103). Este cambio marca un hito en su preparación militar, combinando la tradición marinera con la tecnología de punta de un buque de guerra. Sin embargo, su travesía no termina aquí: Leonor regresará al Elcano en julio para completar la última etapa de su singladura, demostrando su compromiso con la Armada y con España.
Un periplo de formación en el Juan Sebastián de Elcano
Desde el 11 de enero de 2025, cuando zarpó desde Cádiz, la Princesa Leonor se ha integrado como una guardiamarina más entre los 76 alumnos del 97º crucero de instrucción del Juan Sebastián de Elcano. Durante estos meses, ha recorrido más de 18.000 millas náuticas, visitando puertos en nueve países, desde Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria hasta Salvador de Bahía (Brasil), Montevideo (Uruguay), Punta Arenas y Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Panamá, Cartagena de Indias y Santa Marta (Colombia), y Santo Domingo (República Dominicana). Su última escala americana será Nueva York, donde arribará este jueves, 5 de junio, marcando el fin de su primera etapa a bordo del bergantín-goleta.
A bordo del Elcano, Leonor ha compaginado un exigente plan de estudios con asignaturas como Navegación, Astronomía, Meteorología y Operaciones Anfibias, mientras participaba en maniobras, guardias y labores como izar velas o baldear la cubierta. Ha compartido camarote con otras guardiamarinas, durmiendo en literas y adaptándose a las condiciones espartanas del buque, lo que ha fortalecido su carácter y sentido de compañerismo. Además, ha ejercido como embajadora de España en actos oficiales, como la entrega de un busto de Blas de Lezo en Valparaíso o el homenaje al mismo marino en Cartagena de Indias, demostrando su capacidad para representar al país con dignidad.
El salto a la fragata Blas de Lezo
Tras su llegada a Nueva York, la Princesa Leonor no regresará a España a bordo del Elcano como el resto de sus compañeros. En su lugar, volará a Vigo, donde se embarcará en la fragata Blas de Lezo, una de las cinco joyas de la serie F-100 de la Armada Española, para un período de instrucción de cuatro semanas. Este buque, botado en 2004 en los astilleros de Navantia en Ferrol, debe su nombre al legendario almirante Blas de Lezo, héroe de la defensa de Cartagena de Indias en 1741. Equipado con el avanzado sistema de combate Aegis y un radar capaz de detectar hasta 90 objetivos en un radio de 500 kilómetros, la Blas de Lezo representa la vanguardia tecnológica de la Armada.
Durante su estancia en la fragata, Leonor se sumergirá en un entorno de combate real, participando en ejercicios como el SINKEX (Sinking Exercise), un simulacro de hundimiento de un buque fuera de servicio con fuego real, que incluye cañones, misiles y torpedos. Este entrenamiento le permitirá experimentar de primera mano la disciplina, la tecnología y el temple requeridos para servir en un buque de guerra moderno, contrastando con la formación tradicional del Elcano. Esta etapa, que comenzará tras su llegada a Vigo y se extenderá hasta principios de julio, es crucial para completar su formación naval antes de pasar al Ejército del Aire en la Academia General del Aire y del Espacio en San Javier (Murcia).
Regreso al Elcano para cerrar la singladura
La Princesa Leonor no se despedirá definitivamente del Juan Sebastián de Elcano en Nueva York. Está previsto que regrese al buque escuela el 3 de julio, cuando el Elcano atraque en Gijón, para completar la última etapa de su crucero de instrucción. Desde Gijón, la heredera se unirá a sus compañeros para navegar hasta Ferrol, donde arribarán el 9 de julio, y finalmente a la Escuela Naval Militar de Marín, donde el buque concluirá su travesía el 14 de julio. Esta última fase, que incluye escalas en puertos españoles, permitirá a Leonor cerrar su formación naval con un regreso triunfal al buque que la ha visto crecer como marinera.

Un ejemplo de liderazgo y compromiso
La transición de Leonor del Elcano al Blas de Lezo simboliza su capacidad para adaptarse a entornos diversos, desde la navegación tradicional a vela hasta la alta tecnología militar. Su participación en actos culturales, como la jura de bandera en Montevideo o la entrega de un busto de Blas de Lezo en Valparaíso, refleja su papel como embajadora de España. A sus 19 años, la Princesa de Asturias no solo cumple con las exigencias de su formación militar, sino que también inspira con su humildad y dedicación, viviendo como una guardiamarina más mientras asume responsabilidades de alta representación.
Este periplo, que sigue los pasos de su padre, el Rey Felipe VI, y su abuelo, el Rey Juan Carlos I, consolida a Leonor como una figura preparada para liderar con valores de disciplina, esfuerzo y compromiso. Su regreso al Elcano en julio no solo cerrará un capítulo de su formación, sino que reafirmará su conexión con la Armada y su legado como futura Capitana General de los Ejércitos. La Princesa Leonor, con su temple y entrega, se erige como un faro de esperanza para el futuro de España.

