La visita del Rey Felipe VI a la zona de operaciones en Rumanía el pasado 10 de junio constituye un hito esencial tanto por su simbolismo institucional como por sus implicaciones operativas, diplomáticas y estratégicas. Se trata de una acción en la que la Corona reafirma su compromiso como institución garante del mando supremo de las Fuerzas Armadas y refuerza, también, el posicionamiento de España como aliado firme dentro de la OTAN, justo quince días antes de la cumbre de la Alianza que se celebrará en La Haya.
El Rey viajó de forma relámpago a Rumanía acompañado por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa. Allí, en la base de Cincu, visitó a los cerca de 200 infantes de Marina del Tercio de Armada desplegados desde octubre de 2024, integrados en uno de los batallones multinacionales bajo mando francés. Además, el monarca tuvo ocasión de presenciar las maniobras Strong Lineage 25, destinadas a certificar que los contingentes de la OTAN pueden formar una brigada en apenas diez días.
Ese mismo día, Felipe VI mantuvo una reunión con las autoridades rumanas, incluyendo al recién elegido presidente Nicușor Dan, en un gesto de coordinación política y diplomática que resalta la relevancia de la misión española en el contexto euroatlántico.

El viaje se contextualiza en una estrategia integral de España para reforzar el flanco este de la OTAN, donde actualmente se mantiene un despliegue notable: en Eslovaquia, con más de 1.500 efectivos de la Brigada Galicia VII; en los países bálticos; y ahora en Rumanía, donde los Eurofighter del destacamento “Paznic”, los radares de vigilancia “Tigru” y el contingente de Infantería de Marina componen un sólido bloque de disuasión. El Estado Mayor de la Defensa ha puntualizado que esta contribución demuestra que “un ataque contra un aliado de la OTAN es un ataque contra todos”, y valida la capacidad de respuesta rápida y coordinada del bloque.
Desde un punto de vista operativo, su presencia incluía inspeccionar de primera mano las capacidades conjuntas y las dotaciones específicas. El despliegue en Rumanía comprende una brigada multinacional dotada de helicópteros Apache y Chinook, vehículos blindados y unidades aéreas operativas, todo ello desplegado bajo el paraguas de la maniobra Strong Lineage 25, con especial énfasis en la interoperabilidad y en la transición de grupo de batalla a brigada.
La implicación de la Corona es doble: por un lado, Felipe VI ejerce su rol constitucional como jefe del Estado y jefe supremo de las Fuerzas Armadas, abanderando el mensaje de unidad y cohesión nacional, y, por otro, su presencia en uniforme militar en el exterior refuerza la moral de las tropas. Desde su proclamación en 2014, el Rey ha protagonizado visitas similares a misiones internacionales en Líbano, Irak, las repúblicas bálticas y, ahora, Rumanía y Eslovaquia. Lleva así más de una década vinculando simbólica y estratégicamente la Corona con las Fuerzas Armadas.
Para los militares desplegados, la visita Real sirve como reconocimiento público. El jefe del Estado reconoce su esfuerzo y refuerza el vínculo entre el contingente y la Monarquía, contribuyendo a elevar la moral y la cohesión interna. Asimismo, implica un refuerzo político: España demuestra que está dispuesta a asumir un rol activo en la defensa europea, contribuyendo tanto a la estrategia militar como a su componente política. La OTAN ve en este tipo de despliegues una garantía para sus países alineados, y España refuerza su credibilidad como socio fiable.

Igualmente, la conexión diplomática entre el Rey y los líderes rumanos, como Dan y el ministro de Defensa, envía un mensaje de solidaridad institucional: la colaboración entre Estados y aliados no se limita al plano castrense, sino que se extiende a la diplomacia, donde la coordinación e intercambio de voluntades refuerzan el engranaje colectivo.
La visita ha un acto deliberado de integración entre las dimensiones militar, política y diplomática. La Corona española se convierte así en un actor activo en la proyección exterior, legitimando y reforzando los mecanismos de seguridad y disuasión colectiva ante amenazas como la rusa.

