El Palacio Real de El Pardo, en Madrid, se convirtió en el epicentro de la celebración de la excelencia científica española con la entrega de los Premios Nacionales de Investigación 2024, presidida por Su Majestad el Rey Felipe VI. Este evento, que constituye el reconocimiento más prestigioso en el ámbito de la investigación científica en España, destacó por su énfasis en la igualdad de género y el papel transformador de la ciencia en la sociedad. En su discurso, el Rey no solo rindió homenaje a los galardonados, sino que también lanzó un poderoso mensaje sobre la importancia de la ciencia como pilar del progreso, la esperanza y la soberanía tecnológica, instando a la sociedad a confiar en su valor y a trabajar colectivamente para impulsarla.
Felipe VI, presidió una ceremonia que reconoció a veinte investigadores e investigadoras, diez en la categoría senior y diez en la modalidad para jóvenes menores de 40 años. Los galardonados, figuras destacadas por su trayectoria y relevancia internacional, abarcan diversas áreas del conocimiento, desde la biología hasta las humanidades, pasando por las matemáticas, la ingeniería y la medicina. Entre ellos se encuentran Isabel Fariñas, Eugenio Oñate, Gloria Corpas, Carmen Ayuso, Miquel Canals, María Carmen García, Tomás Torres, Ramón Martínez, Xavier Tolsa y Núria Sebastián en la categoría senior, así como Jerónimo Carlos Rodríguez, Víctor Vilarrasa, Cristina Blanco, Patricia Altea, Rosa María Fernández, Beatriz Pelaz, María Escudero, Aitor Villafranca, Verónica Bolón y Mar Reguant en la categoría de jóvenes investigadores.
El discurso del Rey, cargado de emoción y orgullo, se erigió como el eje central de la ceremonia. Felipe VI destacó que “la ciencia es una de las principales obras maestras de la humanidad”, subrayando su capacidad para proporcionar soluciones innovadoras a los desafíos globales. En un mundo marcado por crisis como el cambio climático, las guerras, las pandemias y las desigualdades, el monarca enfatizó que la ciencia es “un espacio para la esperanza” y una herramienta indispensable para construir sociedades más cohesionadas, sostenibles y democráticas. “España en su conjunto ha de conocer y confiar en el valor de la ciencia”, afirmó, interpelando a todos los ciudadanos a apostar por la investigación como base del progreso real y duradero.
El Rey también hizo hincapié en la necesidad de no caer en la autocomplacencia, reconociendo que, aunque España cuenta con una ciencia “excelente” y de “primerísimo nivel” en algunas áreas, es imperativo “avanzar mucho más” en esfuerzo y colaboración. En este sentido, destacó el papel estratégico de la inversión en I+D+i, que no solo mejora la competitividad del país, sino que también genera empleo de calidad y fomenta la soberanía tecnológica. “Vivimos en un mundo en el que los países compiten por talento y tecnologías que nos pueden ayudar a conseguir cotas impensables de progreso”, señaló, abogando por fortalecer el sistema público de ciencia y las empresas tecnológicas emergentes, que “están sembrando las semillas del futuro”.
Un aspecto notable del discurso fue su defensa de la igualdad de género en la ciencia. Felipe VI celebró que esta edición de los Premios Nacionales de Investigación fuera la más paritaria de la historia, con un 50% de mujeres galardonadas en la categoría senior y un 70% en la categoría junior. “La visibilidad de las científicas es fundamental para inspirar a las nuevas generaciones”, afirmó, destacando su rol como referentes en una cultura científica democrática e inclusiva. Este logro, impulsado por las políticas de paridad del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, refleja un avance hacia la eliminación de barreras de género en la investigación.
El monarca también subrayó la importancia del sistema universitario como “principal fuente de talento y producción científica” y llamó a cuidarlo con dedicación. En un tono firme, apeló a combatir los prejuicios, la arbitrariedad y la demagogia con “conocimiento riguroso, datos fiables y pensamiento crítico”. Su mensaje resonó como un llamamiento a la acción colectiva, instando a la sociedad a asumir un compromiso con la ciencia para enfrentar los retos presentes y futuros.
La ceremonia, conducida por la periodista Silvia Intxaurrondo, incluyó reflexiones de los galardonados sobre el impacto de la ciencia en la sociedad y la igualdad de género. La presencia de la presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, y la participación de la Unidad de Mujeres y Ciencia del MICIU en los jurados reforzaron el carácter inclusivo del evento. Los Premios Nacionales de Investigación 2024, dotados con 30.000 euros por categoría, no solo reconocen la excelencia científica, sino que también proyectan un futuro donde la ciencia española, liderada por talento diverso, seguirá siendo un motor de progreso y esperanza.

