En una velada cargada de significado para el periodismo español, Sus Majestades los Reyes Felipe VI y Letizia presidieron, la 105ª edición de los Premios de Periodismo de ABC, que incluyen los galardones Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote. La ceremonia, celebrada en la sede madrileña de Vocento, congregó a personalidades destacadas del ámbito cultural, político, empresarial y periodístico, en un evento que reafirmó el compromiso de la Corona con la libertad de prensa y el papel esencial del periodismo en una sociedad democrática. En su discurso, el Rey Felipe VI destacó la necesidad de informar con veracidad, promover el debate público y estimular el pensamiento crítico, en un contexto donde la prensa libre se erige como un pilar fundamental para contrarrestar el ruido y la simplificación que caracterizan la era digital.

Los Premios de Periodismo de ABC, con más de un siglo de historia, son un reconocimiento a la excelencia en el periodismo en lengua española. Instituidos en 1920, el Premio Mariano de Cavia distingue artículos o crónicas de calidad excepcional; el Premio Luca de Tena, creado en 1929, honra trayectorias profesionales sobresalientes; y el Premio Mingote, establecido en 1966, premia trabajos gráficos como caricaturas, ilustraciones o fotografías. En esta edición, los galardonados fueron el escritor y periodista argentino Jorge Fernández Díaz, quien recibió el Mariano de Cavia por su artículo “Bienvenidos al populismo de la derecha”, publicado en La Nación el 14 de abril de 2024; Carlos Alsina, distinguido con el Luca de Tena por su trayectoria en la radio española; y el fotoperiodista Txema Rodríguez, premiado con el Mingote por una emotiva fotografía publicada en Las Provincias el 3 de noviembre de 2024, que refleja la desolación tras la dana.

Felipe VI comenzó su intervención subrayando la importancia del periodismo en un contexto de desafíos contemporáneos: “En un contexto en el que la sociedad demanda información de forma constante y en el que la oferta de noticias es abrumadora, el periodismo debe conservar su esencia”. El monarca hizo hincapié en tres virtudes fundamentales del oficio: responsabilidad, honestidad y rigor. Estas cualidades, según el Rey, son esenciales para que los periodistas sigan siendo “los primeros en relatar lo que sucede cada día, los pioneros en transmitir —con palabras o imágenes— las claves para interpretar cada momento mediante una hábil y profesional combinación de lo importante y lo interesante”.

El Rey destacó que la prensa libre es un “oxígeno que vivifica las democracias”, recordando su papel crucial durante momentos críticos, como la pandemia, cuando “la información no dejó nunca de fluir”. En un mundo donde el ruido mediático y la simplificación de los discursos amenazan con desdibujar la verdad, Felipe VI instó a los periodistas a no ceder ante estas presiones: “Llamo a la ilusión y a la esperanza, a la confianza en un buen futuro para España, donde el periodismo debe seguir siendo una luz en la oscuridad”. Sus palabras resonaron como un reconocimiento a la labor de los premiados, quienes, en sus respectivos ámbitos, han demostrado un compromiso inquebrantable con la verdad.

Jorge Fernández Díaz, galardonado con el Mariano de Cavia, fue elogiado por el Rey por su capacidad para combinar análisis político y narrativa emotiva en su artículo premiado. Fernández Díaz, nacido en Buenos Aires y de origen asturiano, cuenta con una trayectoria de 40 años como cronista policial, analista político y director de medios como Noticias y el suplemento cultural de La Nación. Su novela autobiográfica El secreto de Marcial, publicada en 2025, le valió el Premio Nadal, consolidando su prestigio como una de las voces más influyentes del periodismo hispano. En su discurso de aceptación, Fernández Díaz agradeció el reconocimiento y destacó la importancia de la prensa como un contrapeso al poder.

Carlos Alsina, premiado con el Luca de Tena, fue reconocido por su trayectoria innovadora en la radio española. Como director de Más de uno en Onda Cero, Alsina ha revitalizado el medio con formatos como La España que madruga y La cultureta, además de recuperar la radioficción. El Rey destacó su “agudeza, ironía y rigor” como un ejemplo de periodismo que estimula el pensamiento crítico. Alsina, visiblemente emocionado, dedicó el premio a sus compañeros de Onda Cero, subrayando que “nada de esto sería posible sin un equipo que cree en el periodismo de calle”.

Por su parte, Txema Rodríguez recibió el Premio Mingote por una fotografía que captura la desolación de un niño rescatando una muñeca rota tras la dana. El Rey elogió la capacidad de Rodríguez para transmitir emociones complejas a través de una sola imagen, subrayando el poder del fotoperiodismo para narrar historias que trascienden las palabras. Rodríguez, en su intervención, reivindicó el papel de los fotoperiodistas: “No somos solo los que hacemos fotos, somos narradores de la realidad”.

La presencia de la Reina Letizia, periodista de formación, añadió un matiz especial a la gala. Su conexión personal con el periodismo se reflejó en su entusiasmo al entregar los galardones, especialmente al interactuar con los premiados, con quienes compartió gestos de admiración. Letizia, quien lució un elegante vestido negro con un collar de perlas de las “joyas de pasar”, reafirmó su compromiso con los valores del periodismo, una profesión que dejó atrás al comprometerse con Felipe VI. Su participación activa en la ceremonia, junto a su visible emoción al interactuar con los premiados, subrayó la importancia que ella otorga a esta cita anual, una de las más destacadas en su agenda.

El jurado de esta edición, presidido por Santiago Muñoz Machado e integrado por Pedro García Cuartango, Andrés Trapiello, Borja Echevarría y Julián Quirós, seleccionó a los ganadores tras un riguroso proceso de evaluación, destacando la calidad y el impacto de sus trabajos. Cada galardón está dotado con 10,000 euros, una suma que refleja el prestigio de estos premios, que han reconocido a figuras como Camilo José Cela, Mario Vargas Llosa y Octavio Paz a lo largo de su historia.

En su discurso, el Rey también abordó los retos actuales del periodismo, como la transición al entorno digital y la irrupción de la inteligencia artificial. “El periodismo debe adaptarse sin perder su compromiso con la verdad”, afirmó, subrayando la necesidad de mantener la confianza de los lectores en un entorno saturado de información. Sus palabras no solo honraron a los premiados, sino que también sirvieron como un llamamiento a la profesión para que persevere en su misión de ser la “conciencia crítica de una sociedad diversa y plural”.

La entrega de los Premios Mariano de Cavia 2025 no solo celebró el talento y la dedicación de Fernández Díaz, Alsina y Rodríguez, sino que también reafirmó el compromiso de la Corona con una prensa libre que fortalezca los cimientos de la democracia. En un mundo donde la desinformación y la polarización amenazan el debate público, las palabras del Rey resonaron como un recordatorio de que el periodismo, ejercido con responsabilidad y rigor, sigue siendo una herramienta indispensable para construir una sociedad informada y crítica.