Su Majestad el Rey Felipe VI ha inaugurado su estancia estival en Mallorca con la celebración de una serie de audiencias oficiales a las máximas autoridades institucionales de las Islas Baleares. Estos encuentros, ya consolidados como una tradición del mes de julio, tuvieron lugar este lunes en el Palacio de la Almudaina, en el centro histórico de Palma, y marcan el arranque de la actividad oficial de la Familia Real durante su paso veraniego por la isla.

Felipe VI comenzó la jornada recibiendo a la presidente del Gobierno de las Islas Baleares, Marga Prohens, quien le trasladó diversas preocupaciones que afectan a la comunidad autónoma. Entre los temas tratados, la presidenta autonómica destacó el crecimiento de la población, la dificultad de acceder a una vivienda asequible y la necesidad urgente de avanzar hacia un modelo turístico más sostenible, que proteja tanto el medio natural como la calidad de vida de los residentes. Durante la audiencia, hizo entrega al monarca del informe con las conclusiones iniciales del acuerdo por la sostenibilidad del archipiélago, un documento elaborado por expertos que busca proponer medidas para contener la masificación turística y mitigar los efectos negativos sobre el entorno insular.

A continuación, el Rey se reunió con el presidente del Parlamento balear, Gabriel Le Senne, quien hizo hincapié en la baja natalidad que afecta a las islas. En sus declaraciones posteriores, Le Senne alertó del riesgo que, a largo plazo, supone este descenso de nacimientos, afirmando incluso que “los isleños estaremos en peligro de extinción” si no se revierte esta tendencia, pese al constante aumento de nuevos residentes y del turismo. Las palabras del presidente del Parlamento ponen de manifiesto una realidad compleja: la tensión entre el crecimiento poblacional impulsado por visitantes y migrantes, y la pérdida de la población autóctona.

El monarca prosiguió la ronda de audiencias recibiendo al alcalde de Palma, Jaime Martínez, quien le trasladó las principales demandas del consistorio, relacionadas especialmente con infraestructuras urbanas, seguridad y movilidad. Posteriormente fue el turno del presidente del Consejo de Mallorca, Llorenç Galmés, con quien conversó sobre los retos sociales, económicos y medioambientales a los que se enfrenta la isla principal del archipiélago.

A lo largo de las reuniones, Felipe VI se mostró cercano y dispuesto a escuchar las distintas inquietudes, mostrando especial interés en los asuntos expuestos por cada responsable político. Todas las autoridades valoraron positivamente la oportunidad de trasladar sus demandas directamente al jefe del Estado, en un formato institucional que simboliza la conexión entre la Corona y los territorios que conforman el país.

La visita del Rey a Mallorca se enmarca dentro del habitual período de verano en el que la Familia Real española se traslada a la isla, combinando actos oficiales con momentos de descanso privado. Se prevé que en los próximos días continúe la agenda con otras actividades públicas, como reuniones con representantes sociales, inauguraciones culturales y la entrega de premios.
Además, está previsto que el Rey participe en algunos de los eventos deportivos del conocido trofeo náutico de vela que se celebra estos días en la bahía de Palma, aunque aún no se ha confirmado su asistencia definitiva. Esta presencia veraniega de la Familia Real no sólo responde a elementos institucionales, sino que también fortalece el vínculo afectivo y simbólico con una comunidad históricamente ligada a la Corona.

De este modo, la audiencia mantenida con las autoridades autonómicas, insulares y municipales representa el compromiso del Rey con todos los territorios del Estado, en un momento en que Baleares enfrenta importantes desafíos sociales y medioambientales.