La presencia de Su Majestad la Reina Sofía en Ceuta para visitar el Banco de Alimentos de la ciudad ha supuesto un gesto cargado de simbolismo y reconocimiento hacia las instituciones y las personas que trabajan incansablemente para paliar las necesidades alimentarias de los más vulnerables. El acto, celebrado ayer, ha puesto en primer plano esa labor callada pero trascendental que realizan los bancos de alimentos en toda España, y ha vuelto a destacar la implicación personal y constante de la Reina Emérita en causas sociales vinculadas a la lucha contra el hambre y la exclusión.
La visita comenzó a primera hora de la mañana en las instalaciones del Banco de Alimentos de Ceuta, donde la Reina Sofía fue recibida por las autoridades locales, representantes del Ayuntamiento y de la Ciudad Autónoma, junto a los responsables y voluntarios de la organización.
Desde su llegada, la Reina mostró un trato cercano y cariñoso, interesándose por cada detalle del funcionamiento del almacén, los protocolos de recepción de donaciones y la posterior distribución de paquetes de alimentos a las entidades beneficiarias. Durante el recorrido, escuchó con atención los testimonios de quienes dedican parte de su vida a esta causa, preguntando por los retos logísticos que implica asegurar una cadena de abastecimiento constante y segura en una ciudad tan singular como Ceuta, enclave que depende en gran medida de la llegada de productos desde la península.
Uno de los momentos más emotivos del encuentro se produjo cuando algunos voluntarios compartieron con la Reina sus experiencias personales. Muchos de ellos, jubilados o personas que han pasado previamente por situaciones de vulnerabilidad, manifestaron que colaborar con el banco no solo es una labor solidaria, sino también un modo de devolver a la sociedad lo recibido. La Reina Sofía, visiblemente conmovida, felicitó a todos los presentes por el esfuerzo silencioso que sostiene la dignidad de miles de familias que, sin este recurso, verían aún más comprometida su vida cotidiana. Para ella, estas visitas representan mucho más que protocolarias paradas: constituyen una oportunidad para brindar ánimo, apoyo y visibilidad a un trabajo que, pese a su importancia, suele desarrollarse en un segundo plano mediático.
La actuación de la Reina Sofía no se limita a Ceuta.
Desde hace años, mantiene un compromiso sostenido con la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) y ha querido acompañar en numerosas ocasiones a voluntarios de distintas provincias. Dicho compromiso va más allá de la presencia institucional, pues su figura se asocia a la confianza, lo que contribuye a abrir puertas y animar a empresas, cadenas de supermercados y fundaciones privadas a sumarse con aportaciones regulares. Ese efecto multiplicador resulta de un valor incalculable, ya que los bancos precisan no solo del esfuerzo humano de los voluntarios, sino también de los recursos materiales económicos que hacen sostenible su labor.
En lo que respecta a Ceuta, la demanda de asistencia ha experimentado un repunte en los últimos años, especialmente tras los efectos de la pandemia y las dificultades socioeconómicas derivadas de la situación fronteriza. Muchas familias dependen hoy de manera parcial o completa del apoyo alimentario que les llega a través de asociaciones locales, todas ellas abastecidas directamente por el Banco de Alimentos. La visita de la Reina Sofía refuerza la percepción de que esta labor no está aislada ni olvidada, sino que forma parte de una red solidaria nacional que merece reconocimiento y respaldo.

Durante el acto de clausura, la Reina subrayó en sus palabras la importancia de la colaboración interinstitucional, la coordinación entre entidades públicas y privadas y la generosidad de miles de ciudadanos que, mediante donaciones o dedicación de tiempo, hacen posible que ningún hogar se quede sin lo más básico: el acceso a alimentos seguros y suficientes. Recordó también que la pobreza alimentaria no es un problema distante, sino una realidad presente en nuestras ciudades, muchas veces invisible. Con su estilo sobrio y cercano, insistió en que cada gesto, pequeño o grande, suma en la lucha contra la exclusión.

La repercusión mediática de la visita contribuirá previsiblemente a incentivar nuevas campañas de donación y a sensibilizar sobre la relevancia de estas entidades. La Reina Sofía ha demostrado, una vez más, que su papel institucional puede combinarse con una cercanía humana única, que refuerza la moral de quienes luchan por mantener en pie cada banco de alimentos.
El paso de Su Majestad por Ceuta se cierra con la certeza de que este gesto quedará grabado en la memoria colectiva de los voluntarios y beneficiarios, pero sobre todo sirve como recordatorio de que, en tiempos difíciles, la solidaridad es la mejor herramienta para construir comunidad y esperanza.

