La visita de los Reyes Felipe VI y Letizia y la Princesa Leonor a Navarra este viernes 26 y sábado 27, ha sido un evento de gran trascendencia histórica y simbólica para la Comunidad Foral. Se trató del primer viaje oficial de la Princesa Leonor a Navarra como heredera al trono, en el que ha reafirmado su compromiso y vinculación con esta tierra a través del título de Princesa de Viana, creado hace más de seis siglos para los herederos del antiguo Reino de Navarra.
Recorrido y actos oficiales
La visita comenzó el viernes en la capital de Navarra, Pamplona, con una recepción en el Palacio de Navarra, donde fueron recibidos por la presidenta María Chivite y diversas autoridades institucionales. Allí, la Familia Real participó en un acto cerrado al público con intercambio de saludos y palabras de bienvenida. A continuación, se desplazaron a Viana, localidad que da nombre a uno de los títulos de la Princesa Leonor. En Viana, los Reyes y la Princesa fueron recibidos con aplausos y vivas por el público, realizaron un recorrido por el centro histórico y la princesa firmó en el libro de honor del ayuntamiento, declarando su agradecimiento y compromiso con Navarra. En el Salón de Plenos se realizó una foto oficial, y desde el balcón de la Casa Consistorial saludaron a los vecinos congregados.
La jornada concluyó con una visita simbólica al Monasterio de San Salvador de Leyre, donde se realizó una ofrenda floral en el panteón real, en recuerdo de los primeros Reyes navarros, en un acto de acceso restringido que subrayó la conexión histórica entre la Corona española y el Reino de Navarra.

El sábado la agenda continuó con visitas a Olite y Tudela. En Olite, otra ciudad emblemática de Navarra y tierra del título de Princesa de Viana, la Familia Real fue recibida por un grupo de escolares que les entregaron trabajos sobre la historia de Carlos III, el Noble, príncipe de Viana hace seis siglos y creador del título que ostenta Leonor. La Princesa y sus padres recorrieron el Palacio Real, uno de los principales monumentos de Navarra, admirado por su historia y arquitectura, que había sido restaurado tras un incendio en 1813. En la visita, la princesa tuvo ocasión de acercarse a la población local y tomar contacto con la herencia cultural de la región.
En Tudela, última parada de la visita, la Familia Real fue recibida en la Plaza Vieja y posteriormente en el Ayuntamiento, donde saludaron a autoridades, representantes institucionales y a numerosos ciudadanos. La Princesa Leonor dejó también una dedicatoria en el libro de honor del consistorio en la que expresó que, aunque breve, su paso por Navarra le había servido para reforzar su unión y compromiso con esta comunidad, a la que calificó de emprendedora y un orgullo para España. La visita se completó con un encuentro de la Familia Real con una veintena de jóvenes representantes de diversos sectores, como la universidad, las artes, la música, la formación profesional, la investigación y la agricultura, en el Palacio del Marqués de San Adrián, sede de la UNED. En este encuentro, los jóvenes trasladaron sus inquietudes y perspectivas a los Reyes y a la princesa, que mostraron gran cercanía y diálogo con ellos.
La visita oficial de la Princesa de Asturias y de Viana a Navarra tiene un fuerte componente simbólico e histórico, pues refuerza el vínculo entre la Corona española y una región con una identidad muy marcada y un pasado como Reino independiente. El título de Princesa de Viana, ostentado por Leonor además de los títulos de Asturias y Girona, fue creado por Carlos III el Noble en el siglo XV para dignificar a los herederos de Navarra vinculándolos a esta tierra mediante un título de gran tradición y significado.

Durante la estancia en Navarra, la Princesa ha recorrido puntos clave vinculados a esta historia, como el Palacio Real de Olite y el Monasterio de Leyre, símbolos vivos del patrimonio navarro y su pasado regio. El recorrido y los actos oficiales han permitido a Leonor acercarse a la población local y mostrar su compromiso como futura reina con esta parte de su herencia histórica, algo que ella misma subrayó en sus palabras de agradecimiento y su deseo de regresar con frecuencia a Navarra.
La acogida popular ha sido calurosa y entusiasta en todas las localidades visitadas, con ciudadanos que han salido a las calles para recibir con aplausos y vivas a la Familia Real. Especialmente emotivos fueron los momentos en Viana y Tudela, donde la gente pudo ver de cerca a la Princesa Leonor y a sus padres, tomar fotografías y compartir saludos y abrazos. Los miembros de la Casa Real mostraron una actitud cercana y amigable, con gestos como los de la Reina Letizia y el Rey Felipe VI, que en ocasiones se pusieron a la altura de la gente para ser mejor vistos.
El encuentro con los jóvenes en Tudela mostró además una dimensión moderna y dinámica de la visita, con la Familia Real interesándose por las inquietudes de las nuevas generaciones en ámbitos tan variados como las artes, la formación profesional y la agricultura, en un diálogo abierto y cercano que refleja la voluntad de la princesa de formarse para asumir sus futuros deberes institucionales desde una perspectiva amplia y actualizada.
La primera visita oficial de la Princesa Leonor a Navarra, acompañada de los Reyes Felipe VI y Letizia, ha supuesto un hito histórico y un paso importante en la consolidación de su papel como futura monarca y símbolo de unidad en la diversidad de la Corona española. A través del título de Princesa de Viana, Leonor ha mostrado su respeto y compromiso con el pasado, presente y futuro de Navarra, articulando así una conexión profunda con una comunidad que representa un legado singular y valioso del Reino de Navarra.

La combinación de actos institucionales, contacto con la ciudadanía, reconocimiento de la historia y diálogo con las nuevas generaciones ha hecho de esta visita un recorrido completo y bien recibido, que afianza los lazos entre la Corona y Navarra y proyecta hacia el futuro la idea de una monarquía cercana y comprometida con todas las regiones de España.

