Arequipa, cuna literaria peruana, ha recibido la visita del Rey Felipe VI con motivo de la inauguración del X Congreso Internacional de la Lengua Española, en una cita que pone en relieve la conexión entre España y Perú en el ámbito cultural y lingüístico. El monarca rindió tributo al legado de Mario Vargas Llosa en la casa museo del Nobel y pronunció un discurso de integración y futuro ante centenares de personalidades del mundo hispanohablante.

La ciudad blanca vivió días de efervescencia cultural al recibir a Felipe VI para abrir el congreso que reúne a 600 millones de hablantes. El acto inaugural estuvo precedido por la visita del Rey a la Casa Museo Mario Vargas Llosa, donde estuvo acompañado por la familia del escritor en un recorrido muy emotivo a través de manuscritos y objetos personales que trazan la vida del autor arequipeño.

El homenaje a Vargas Llosa adquirió especial relevancia en el contexto de reapertura del museo, convertido en referente literario y espacio de diálogo. La jornada fue descrita por los presentes como un encuentro cargado de memoria y valores compartidos, con el Rey destacando la “vinculación profunda entre literatura y lengua española en las raíces peruanas”.

Durante la solemne inauguración del X Congreso Internacional de la Lengua Española, el Rey Felipe VI pronunció un discurso que fue calificado como “carta de amor al español” por varios medios. Sus palabras pusieron el acento en el mestizaje cultural, el papel integrador del idioma y la responsabilidad compartida de los hispanohablantes: “La lengua es para nosotros, los hispanohablantes, lo que fue Arequipa para Vargas Llosa: la casa familiar. Un espacio fértil en comunicación, ciencia, creación literaria, ideas y proyectos”.

Felipe VI subrayó la vigencia internacional del español en medio de un mundo incierto, defendiendo que debe ser herramienta al servicio del consenso y la paz: “Nuestra lengua ha de servir para procurar el consenso y potenciar la voz de las naciones hispanohablantes en el mundo”. El monarca evocó la figura de Vargas Llosa y de César Vallejo, rindiendo tributo a los grandes nombres de la literatura peruana, y presentó Arequipa como símbolo de la fuerza transformadora de la palabra.

El ambiente del Congreso se centró en temas de mestizaje, interculturalidad y los retos del español en la era digital, con un enfoque en la transformación que supone la inteligencia artificial y la comunicación electrónica. En su intervención, Felipe VI insistió en la importancia de “levantar juntos una casa de hermandad y cultura que nos permita aspirar a un mejor futuro”.

La valoración de su discurso en círculos académicos y literarios fue muy positiva, destacándose su tono integrador y práctico: “El español no solo es identidad, es motor de progreso y oportunidad. Ninguna lengua nació para ser barrera: debe seguir abriendo caminos”. Las palabras del Rey resonaron entre los asistentes como una defensa de los valores comunes y de la cultura hispánica como punto de encuentro en tiempos difíciles.

La presencia española en Arequipa, liderada por el monarca, consolidó la posición de Perú en el debate internacional sobre el futuro de la lengua y la literatura hispánica, y reafirmó la importancia de la ciudad en el universo cultural latinoamericano. El homenaje a Mario Vargas Llosa se vivió como un reencuentro con la raíz literaria arequipeña y un impulso renovador para el hispanismo, en diálogo con los desafíos de ciencia, tecnología y sociedad.

El X Congreso Internacional de la Lengua Española se clausura con la convicción de que la lengua sigue siendo espacio de memoria, creación y futuro. El viaje del Rey Felipe VI a Perú adquiere dimensión histórica por el reconocimiento a la cultura peruana, el tributo a sus grandes escritores y la defensa de una lengua compartida como motor de paz y progreso. La huella de Arequipa y el mensaje real, ejemplo de integración y mestizaje, quedarán como legado para los próximos congresos y generaciones hispanohablantes.