En una jornada llena de simbolismo y solemnidad, Sus Majestades los Reyes Felipe VI y Letizia recibieron ayer con honores a Su Majestad el Sultán Haitham Bin Tariq de Omán en el Palacio Real de Madrid, en una visita de Estado que fortalece los lazos entre ambos países. La velada culminó con una lujosa cena de gala, donde el Rey pronunció un discurso cargado de compromiso con la paz y la colaboración internacional.

La bienvenida oficial comenzó por la mañana en el majestuoso Palacio Real, con honores militares y la presencia de la Casa Real al completo. La visita del Sultán, que se prolongará durante tres días, es la primera de esta índole que se celebra en España desde hace más de dos años, lo que subraya la relevancia del encuentro en el escenario diplomático. Además de la dimensión protocolaria, la jornada dejó entrever la creciente relación económica y cultural entre España y Omán, cuyos lazos se remontan a casi cinco décadas atrás.

La cena de gala recuperó el esplendor que no se disfrutaba en el Palacio Real desde junio de 2023, vestida de luz y elegancia para honrar al distinguido huésped. En el histórico Comedor de Gala, Sus Majestades los Reyes ofrecieron un mensaje cálido y profundo de amistad hacia el pueblo omaní y su líder, destacando la figura del Sultán como un referente de liderazgo responsable y prudente.

En su intervención, el Rey Felipe VI subrayó la admiración hacia Omán y enfatizó los valores compartidos entre ambas naciones, ambas históricamente “de navegantes y descubridores, abiertas al intercambio y comprometidas con la paz”. Resaltó la colaboración de las empresas españolas en sectores clave para el desarrollo de Omán, como la energía, la ingeniería civil, la sanidad y la inteligencia artificial, marcando una hoja de ruta para una cooperación futura fructífera y múltiple.

Uno de los momentos más trascendentales de su discurso fue el firme llamado a la paz en Oriente Próximo. El Rey instó al “silencio de las armas y al cumplimiento de los acuerdos” sobre esa región convulsa, haciendo referencia a la esperada oportunidad para una paz duradera que el pueblo palestino e israelí anhelan desde hace décadas. Felipe VI manifestó el apoyo de España a la seguridad marítima, agradeciendo al sultán su respaldo en operaciones internacionales que han promovido la estabilidad regional. Además, reafirmó el compromiso con la unidad y soberanía de países como Líbano e Irak, y habló de la necesidad urgente de integrar a Irán en una nueva arquitectura de seguridad para acabar con conflictos como la guerra en Yemen.

El Sultán Haitham Bin Tariq también tuvo palabras de elogio para España, reconociendo su papel como puente de civilización entre Oriente y Occidente, y expresó el deseo de continuar estrechando vínculos de cooperación en múltiples ámbitos, al tiempo que abogó por el diálogo y la apertura como el camino para lograr un mundo más estable y cooperativo. Invitó a los Reyes a visitar Omán, fortaleciendo así los nexos personales y oficiales que enmarcan esta visita de Estado.

La cena representó mucho más que un encuentro diplomático: fue una muestra palpable de respeto mutuo, diálogo y esperanza para el futuro. La exquisita vajilla de porcelana, la cristalería con el escudo real y los centenarios candelabros que iluminaron la estancia aportaron un marco de gala que realzó la solemnidad de la ocasión, mientras los rostros de los invitados mostraban la unión y la complicidad que emanan de esta alianza renovada.

Esta visita se inscribe dentro de la historia de relaciones bilaterales que comenzaron en 1972 y que desde entonces han crecido y se han robustecido, especialmente en el plano político y económico. Con un comercio bilateral que en 2024 superó los 212,5 millones de euros, ambos países continúan apostando por una cooperación estratégica que trasciende las meras formalidades para impulsar proyectos concretos que benefician a sus sociedades.

En definitiva, la jornada de ayer en el Palacio Real fue un reflejo del respeto y la estima que España y Omán se profesan. El liderazgo visionario del Sultán Haitham Bin Tariq y la firme apuesta del Rey Felipe VI por la paz y la cooperación marcaron un paso decisivo para el futuro de ambas naciones. La brillante recepción y la cena de gala han creado un escenario propicio para que estos vínculos históricos se fortalezcan aún más, con la mirada puesta en un horizonte de estabilidad, desarrollo y entendimiento mutuo.