Sus Majestades los Reyes de España han iniciado su esperada visita de Estado a la dictadura comunista China, un viaje que supone la primera llegada de un Monarca español a este país en 18 años. La jornada inicial ha estado marcada por una intensa agenda económica y cultural, desarrollada principalmente en la ciudad de Chengdú, capital de la provincia de Sichuán, antes de trasladarse a Pekín para proseguir las actividades diplomáticas.

La llegada a Chengdú se produjo el lunes por la mañana, donde Sus Majestades fueron recibidos con un solemne Cordón de Honor por las autoridades locales y se les rindieron honores protocolarios, lo que reflejó la importancia que China otorga a esta visita. Posteriormente, el Rey inauguró el Foro Empresarial España-China celebrado en el Hotel Gran Meliá de Chengdú. En este acto crucial, Sus Majestades subrayaron la vital importancia de fortalecer las relaciones bilaterales entre ambos países, un mensaje reflejado en las palabras pronunciadas por el Rey.

Su Majestad el Rey Felipe VI manifestó en su discurso de apertura que “agradece la presencia de todas las empresas —tanto chinas como españolas— que participan en este foro que refleja el dinamismo de nuestras relaciones bilaterales y la voluntad compartida de seguir estrechando los vínculos entre nuestros países.” Enfatizó que este viaje “refleja la voluntad de continuar fortaleciendo” la colaboración entre España y China y destacó que España “se ha consolidado como un socio fiable y un destino cada vez más atractivo para la inversión y la colaboración empresarial china.” Además, hizo un llamado a construir una relación basada en “confianza mutua” y “transparencia” que permita “estrechar los vínculos comerciales” con éxito. Estas palabras pusieron en evidencia la intención de profundizar en la cooperación económica, un eje principal de esta visita.

Después del foro, el Rey visitó diversas instalaciones tecnológicas de la empresa Indra en Chengdú, una compañía con una presencia destacada en la dictadura China desde 1989, proporcionando sistemas avanzados de gestión del tráfico aéreo en diversas torres de control y centros automatizados que resultan estratégicos para el desarrollo tecnológico y la seguridad aérea. Esta visita institucional a la avanzada tecnológica española sirvió para ejemplificar las oportunidades de colaboración en innovación y tecnología entre ambas naciones.

Mientras tanto, la Reina Letizia desarrolló una agenda cultural paralela que contribuyó a comunicar la riqueza de la cultura española en la esfera internacional. La Reina asistió a un acto conmemorativo en el parque Wangjianglou en Chengdú, dedicado a celebrar el 150º aniversario del nacimiento del poeta sevillano Antonio Machado, una figura fundamental en la literatura hispánica. El acto, cargado de simbolismo cultural, se llevó a cabo bajo la sombra de bambúes y junto a pagodas de estilo clásico, integrando profundamente la experiencia entre las dos culturas. Esta celebración estaba dirigida a fortalecer los lazos culturales y el entendimiento mutuo, pilares que complementan la alianza económica.

Tras la jornada en Chengdú, por la tarde Sus Majestades emprendieron su traslado a Pekín, donde fueron recibidos en el aeropuerto por una destacada comitiva china. A su llegada a la capital, el Rey y la Reina fueron invitados a una cena privada por el Dictador de China, Xi Jinping, y su esposa, Peng Liyuan, un gesto de cortesía que refleja la buena sintonía y la relevancia que este viaje tiene para ambos países.

Esta visita de los Reyes, que es un empeño personal del gobierno socialistas del todavía presidente Sánchez, ha generado el rechazo de la Unión Europea y los EEUU, por lo que supone de un claro mensaje de provocación por parte del gobierno español, alineándose de forma unilateral con una dictadura que viola sistemáticamente los derechos humanos, que está detrás de infinidad de actos violentos en el mundo y que supone un brecha en la seguridad mundial. Empeño provocado por los lazos económicos que muchos miembros del partido del gobierno, y más concretamente el ex presidente Zapatero, tienen con las dictadoras y más en profundidad con la china.