La Reina Sofía ha presidido en Nueva York un homenaje de alto valor simbólico en honor al primer embajador español en los Estados Unidos, Diego de Gardoqui. El acto central se celebró en la histórica iglesia de St. Peter, la parroquia católica más antigua de la ciudad, donde Gardoqui colocó la primera piedra hace exactamente 240 años. La ceremonia tuvo lugar el 12 de noviembre, fecha que coincide tanto con el nacimiento como con el fallecimiento de este ilustre diplomático.

Durante el evento, la Reina descubrió una placa conmemorativa en presencia de personalidades institucionales, culturales y empresariales, entre ellas los representantes del Queen Sofía Spanish Institute y la compañía Iberdrola, impulsora del homenaje. Esta iniciativa forma parte del proyecto “America&Spain250”, que busca destacar el papel de España en la fundación de los Estados Unidos y celebra el 250 aniversario de la independencia americana.

El acto en la iglesia no solo fue un tributo a la memoria histórica, sino también una declaración de la importancia de los lazos hispano-estadounidenses y el valor de la cooperación entre ambos países. La Reina Sofía, a través de la Fundación Reina Sofía, respalda esta labor de recuperación y difusión del legado español en el continente americano.

A continuación, la jornada continuó en el Instituto Cervantes de Nueva York, donde se celebró el encuentro “Diego de Gardoqui: España en la Nueva York del siglo XVIII”. A la ponencia asistieron numerosos expertos y académicos, incluyendo a los historiadores Elisa Vargas y José Manuel Guerrero Acosta, quienes analizaron la figura de Gardoqui y su crucial contribución a la independencia norteamericana y a la diplomacia moderna. Ambos remarcaron su papel protagonista en la ayuda logística, financiera y diplomática a las trece colonias sublevadas, facilitando armas, provisiones y fondos que resultaron decisivos para el éxito de la revolución.

Diego de Gardoqui, nacido en Bilbao en 1735 y fallecido en 1798, no solo fue el primer embajador de España ante el nuevo país, sino también un hombre de negocios, traductor y mediador clave entre Europa y América. Su patrimonio histórico se ve reflejado en su papel durante las negociaciones del Tratado de París, en la defensa de los intereses españoles en el Misisipi y en los acuerdos pioneros sobre comercio y navegación. Encarnó el ideal de diplomático comprometido con el progreso, el entendimiento internacional y el bien común.

El programa conmemorativo incluyó además una actuación musical a cargo de un quinteto de cuerda de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, que interpretó piezas emblemáticas de la tradición española, subrayando la conexión cultural histórica. La reina mantuvo un encuentro cercano con jóvenes músicos, representantes de la sociedad civil y miembros de la comunidad española en Nueva York, transmitiendo un mensaje de impulso y futuro compartido.

La participación de la Reina Sofía en este homenaje ha sido recibida con muestras de cariño, admiración y reconocimiento, revalorizando el papel de la monarquía como institución promotora de la cultura y la memoria. El homenaje a Diego de Gardoqui constituye no solo un recordatorio del pasado, sino una invitación a seguir tejiendo vínculos sólidos desde la historia, la cultura y el diálogo.

El ejemplo de Gardoqui, su visión transatlántica y su espíritu de cooperación, permanece como inspiración y baluarte del entendimiento hispano-estadounidense. La iniciativa “America&Spain250”, respaldada por la Fundación Reina Sofía, continuará desarrollando actividades encaminadas a ofrecer una visión renovada del legado español en los Estados Unidos, celebrando los valores de la diplomacia, la solidaridad y la amistad entre pueblos.