“Su dedicación y lealtad, un ejemplo que merece un emocionado tributo de gratitud que hoy, como hijo y como Rey, quiero dedicarle”
El Rey Felipe VI, junto a la Familia Real ha presidido el acto conmemorativo celebrado en el Palacio Real de Madrid con motivo de la entrega del collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro a su madre, la Reina Sofía. Esta distinción, la más alta que concede la Casa Real española y con una historia que se remonta casi 600 años, simboliza el reconocimiento a su dedicación y entrega al servicio de España y de la Corona durante décadas.
La ceremonia tuvo también un carácter especial al coincidir con el 50 aniversario de la proclamación del Rey Juan Carlos como monarca, un hito histórico que marcó el inicio de la Transición y la apertura de España hacia la democracia.
En su emotivo discurso, el Rey Felipe VI subrayó el papel fundamental de la Corona en ese proceso trascendental. Recordó cómo, tras la finalización de la dictadura en 1975, “la firme voluntad de la Corona contribuyó decisivamente a abrir en nuestro país el camino hacia la democracia”. Felipe VI evocó las palabras de aquel momento histórico en las que el entonces Rey Juan Carlos I anunció “una nueva etapa de la Historia de España” que debía recorrerse “juntos, desde la paz, el trabajo y la prosperidad fruto del esfuerzo común y de la decidida voluntad colectiva”. Estas palabras apuntalaron un compromiso que se manifestó en la Constitución de 1978, que consolidó la Monarquía Parlamentaria y articuló un sistema democrático “plural y estable”.
La importancia de aquella etapa, conocida como la Transición, fue un eje central en su discurso. El Rey expresó que el mejor legado de esa generación fue la Constitución, “una obra colectiva que permitió que España se reconociera a sí misma como una democracia europea”. Destacó que fue un gran pacto en el que “ningún grupo logró imponer su visión completa porque todos ellos comprendieron que la convivencia exigía ceder algo para ganar un futuro común”. En un mensaje especialmente dirigido a la realidad actual, Felipe VI señaló que “en tiempos en los que el desacuerdo se expresa con crispación, mirar hacia ese periodo puede servirnos, no para idealizarlo, sino para recordar su método: la palabra frente al grito, el respeto frente al desprecio, la búsqueda del acuerdo frente a la imposición”.
Este llamamiento a los valores democráticos y al diálogo fue uno de los momentos más destacables de su intervención. El Rey enfatizó que “la democracia no es solo sus formas y procedimientos, sino la búsqueda leal y conjunta de aquello que sirva mejor al bien común”. Con estas palabras, Felipe VI apeló a la responsabilidad, al entendimiento y a la cooperación como fundamentos imprescindibles para la convivencia en España. Su reflexión puso en valor ese espíritu de Transición, “el de la concordia, el entendimiento”, como base firme para seguir construyendo el futuro del país.
El acto estuvo marcado por un reconocimiento especial a la Reina Sofía, a quien el Rey dirigió palabras de profundo afecto y gratitud. La definió como “una vida entera de servicio ejemplar y de lealtad a España y a la Corona”, apoyando con convicción la apuesta por la apertura democrática y las libertades. El Rey destacó el compromiso sostenido de la Reina durante décadas, “ejercido con un profundo sentido del deber, todavía hoy vigente”. La entrega del Toisón de Oro a la Reina representa así no solo un homenaje personal, sino un reconocimiento simbólico a una trayectoria dedicada al fortalecimiento de la democracia española.
Además del collar concedido a Su Majestad la Reina, en esta ceremonia se entregaron otros tres collares de la Orden del Toisón de Oro a personalidades relevantes para la democracia española: el expresidente Felipe González y los padres de la Constitución, Miquel Roca y Miguel Herrero. Estos reconocimientos simbolizan la gratitud de la Corona hacia quienes contribuyeron desde múltiples ámbitos a que España no solo alcanzara la libertad, sino que consolidara su sistema democrático.
La Orden del Toisón de Oro, fundado en 1429 por Felipe el Bueno, duque de Borgoña, es un gran collar de oro que lleva las armas de su fundador y un carnero de oro que representa el vellocino de oro de la mitología clásica. La entrega de esta distinción en el Palacio Real añadió un tono solemne y simbólico al acto, en el que se recordó la importancia histórica de los valores que sustentan la democracia y la convivencia.
En su discurso, el Rey Felipe VI hizo referencia al significado histórico del actual momento, con motivo del 50 aniversario de la proclamación de Juan Carlos I, quien fue proclamado Rey en 1975 después de la muerte del Generalisimo Franco y la restauración de la Monarquía en España. Felipe VI evocó la visión de aquella proclamación, que marcó el inicio de una etapa crucial para España, “un periodo de desarrollo cultural, de cambio generacional y crecimiento material”, en la que se reclamaban “perfeccionamientos profundos” que han dado paso a la sociedad democrática de hoy.
El Rey puntualizó que aquella etapa de cambios y consensos fue un esfuerzo colectivo en el que la voluntad manifestada por todos los españoles fue base para la construcción de un país más libre y justo. También resaltó que la Transición fue un proceso pragmático, pero “profundamente moral”, en el que primó el respeto, el diálogo y la voluntad por el bien común.
En sus palabras finales, Felipe VI reiteró la gratitud de la Corona hacia quienes, desde distintos ámbitos, contribuyeron a consolidar la libertad y el prestigio de España, apelando a “una generación que supo anteponer el diálogo al enfrentamiento y el bien común a cualquier otro interés”. Precisó que ese espíritu de entendimiento sigue siendo la base sobre la que debe construirse el futuro de España.
El mensaje del Rey Felipe VI es una invitación a mantener vivo el compromiso con la democracia, el diálogo y la convivencia, con la mirada puesta en el futuro pero siempre desde el reconocimiento de lo que supuso aquella etapa fundacional.
Así, en este aniversario tan señalado, la Corona ha querido testimoniar su aprecio y respeto hacia quienes han contribuido a lo largo de medio siglo a que España sea hoy un país democrático, plural y estable. La entrega del Toisón de Oro a la Reina Sofía simboliza ese reconocimiento con la solemnidad y el respeto que exige una distinción histórica y un momento de significado tan alto para la historia de España.

