La Reina Sofía volvió a mostrar su afinidad y admiración por la arqueología y la investigación científica en la entrega del IV “Premio Nacional Palarq de Arqueología y Paleontología”, que en esta edición reconoció al proyecto “Alrededor del tiempo. Investigaciones arqueológicas interdisciplinares en los yacimientos neandertales de El Salt y Abric del Pastor (Alcoy, Alicante)”. El acto, celebrado ayer, se convirtió en una cita que combinó la solemnidad de la ceremonia con un sincero homenaje a la curiosidad humana y al trabajo de campo que permite reconstruir los orígenes del hombre y de su cultura.
El galardón, convocado por la Fundación Palarq, tiene como objetivo destacar la excelencia de los equipos españoles que trabajan en arqueología y paleontología humana, tanto dentro como fuera del país. En esta cuarta edición, el jurado valoró la capacidad del proyecto alicantino para integrar disciplinas como la geología, la antropología, la biología, la datación avanzada y la tecnología digital. La iniciativa se centra en dos enclaves de referencia, El Salt y el Abric del Pastor, que ofrecen una mirada precisa y dinámica sobre los modos de vida de los neandertales que habitaron el sureste peninsular hace entre 50.000 y 60.000 años.
Durante la ceremonia, la Reina Sofía transmitió su interés genuino por cada aspecto del trabajo arqueológico, escuchando atentamente las explicaciones de los investigadores y formulando preguntas sobre los métodos de análisis, los hallazgos más recientes y las implicaciones que estos datos pueden tener para comprender la evolución humana. Esa actitud, constante en sus apariciones relacionadas con la ciencia, reveló una vez más el aprecio especial que la monarca emérita siente por el estudio del pasado como instrumento para entender el presente.
Desde hace décadas, la Reina Sofía ha cultivado una conocida pasión por la historia, la cultura y la conservación del patrimonio. En más de una ocasión ha destacado la trascendencia del trabajo científico en la preservación de los vestigios que narran la aventura humana antes de la escritura. Su interés por la arqueología trasciende la mera curiosidad: lo considera un deber moral de las sociedades modernas promover la investigación rigurosa y la difusión de los resultados para acercar la ciencia a la ciudadanía. Por ello, su presencia en actos como este cobró un valor simbólico añadido, al representar la unión entre la tradición humanista y el impulso científico que caracteriza al mundo actual.
El proyecto ganador, liderado por un equipo interdisciplinar de la Universidad de Alicante junto a diversas instituciones internacionales, ha permitido reescribir algunos episodios clave de la prehistoria peninsular. Gracias a los estudios estratigráficos, los análisis de microfauna y las reconstrucciones de entornos mediante tecnologías de modelado 3D, los investigadores del proyecto “Alrededor del tiempo” han podido revelar patrones de asentamiento, prácticas de subsistencia y adaptaciones ambientales de los antiguos neandertales. Cada fragmento de piedra tallada, cada resto óseo o rastro de fuego descubierto, se transforma en una pieza del complejo rompecabezas de nuestra evolución.
El acto de entrega sirvió también para reivindicar la importancia de la arqueología como puente entre el conocimiento científico y la sociedad. La Reina Sofía, siempre atenta a los detalles, mostró especial entusiasmo por los esfuerzos del equipo para difundir su trabajo a través de actividades educativas, exposiciones y recursos digitales que permiten al público adentrarse en la vida de los primeros europeos. Su interés subrayó la necesidad de apoyar la divulgación científica como parte esencial del progreso cultural.
El Premio Nacional Palarq, que se concede cada dos años, pretende estimular la continuidad de proyectos de largo recorrido y fomentar la colaboración entre instituciones. La Reina Sofía elogió la vocación investigadora de los premiados y su capacidad para generar conocimiento compartido. También dedicó unas palabras al papel del trabajo en equipo, destacando que la ciencia alcanza sus metas cuando diversas disciplinas se unen con humildad y propósito común.
El encuentro concluyó con un recorrido por una breve exposición que mostraba las principales piezas encontradas en los yacimientos de Alcoy. La Reina Sofía, interesada por los métodos de conservación y la relación entre arqueología y medio ambiente, insistió en la necesidad de proteger los enclaves patrimoniales ante los desafíos del cambio climático y la actividad humana. Su tono reflexivo evidenció el compromiso personal que mantiene con la defensa de la cultura y la ciencia como pilares del desarrollo sostenible.
Así, la jornada no solo consagró a un proyecto científico sobresaliente, sino que también permitió volver a contemplar a la Reina Sofía en su faceta más cercana a la investigación, la curiosidad intelectual y el respeto por el conocimiento acumulado de la humanidad. Entre la emoción de los premiados y la serenidad de la Reina, el pasado remoto volvió a encontrar eco en el presente

