La Reina Letizia ha convertido el 20º aniversario de la Fundación del Español Urgente, FundéuRAE, en una reivindicación apasionada del lenguaje como herramienta de precisión, convivencia y ciudadanía. Su intervención en la sede de la Real Academia Española ha sido, más que un protocolo institucional, una declaración de principios sobre el deber de cuidar las palabras en tiempos de ruido y velocidad informativa.
En su discurso, la Reina se ha definido sin rodeos como miembro de “la tribu” de quienes aman el rigor del lenguaje, un guiño cómplice a periodistas, filólogos y comunicadores que siguen a diario las recomendaciones de la FundéuRAE. Ha subrayado que no se trata de una manía elitista, sino de una forma de respeto: hacia quien lee, hacia quien escucha y hacia la realidad que se cuenta. Esa autodefinición entronca con su trayectoria profesional previa en los informativos de televisión y con su presencia constante en los seminarios de Lengua y Periodismo que organiza la fundación en San Millán de la Cogolla, a los que ha descrito como un “privilegio” anual.
Con sentido del humor, Letizia ha confesado que tiene “la pedrada” de la corrección lingüística, una expresión coloquial con la que ha arrancado sonrisas en el salón de actos de la RAE. Ha admitido que frunce el ceño ante un titular mal construido, un anglicismo innecesario o un mensaje apresurado que descuida las concordancias, y que esa incomodidad, lejos de ser un defecto, es un síntoma de responsabilidad profesional. La Reina ha enlazado esa “pedrada” con el trabajo cotidiano de la FundéuRAE, a la que ha definido como un taller permanente en el que se liman aristas y se pulen significados para que la lengua llegue más limpia a las redacciones y a los ciudadanos.
Uno de los momentos centrales del discurso ha llegado cuando Letizia ha descrito las palabras como “herramientas” que FundéuRAE sigue “afinando y afilando” para hacer “la realidad más transitable”. Ha insistido en que el idioma no es un mero vehículo neutro, sino el instrumento con el que se interpreta el mundo, se nombran los conflictos y se formulan las soluciones, por lo que descuidarlo implica también deformar lo que se cuenta. La Reina ha elogiado el papel de la Fundación a la hora de ofrecer “herramientas de más precisión” a los medios, permitiendo que periodistas de todo el ámbito hispanohablante consulten dudas urgentes antes de publicar una noticia.
En sintonía con las intervenciones académicas de la jornada, Letizia ha apoyado la llamada de atención sobre el uso indiscriminado de anglicismos en la conversación pública. Sin caer en purismos, ha defendido que el español dispone de recursos suficientes para nombrar casi todo lo que importa y que recurrir a la alternativa inglesa por pura moda puede empobrecer el mensaje y excluir a parte de la audiencia. En este punto ha respaldado la labor de la FundéuRAE, que cada día propone equivalentes en español para términos de la economía digital, la política internacional o la cultura popular, ayudando a que el idioma mantenga su capacidad de innovación sin perder claridad.
La Reina ha enmarcado sus palabras en los veinte años de trayectoria de la FundéuRAE, a la que ha calificado como “una historia de éxito” por su influencia silenciosa en las redacciones de España y América Latina. Ha recordado que la fundación nació en 2005, impulsada por la Agencia EFE y en colaboración con la Real Academia Española, para ofrecer recomendaciones urgentes sobre dudas de uso en los medios, un servicio que hoy consultan miles de profesionales y aficionados a la lengua. Como presidenta de honor, Letizia ha reiterado su compromiso personal con el proyecto y ha celebrado que el vigésimo aniversario coincida con la elección de la Palabra del Año 2025, símbolo de que el idioma sigue vivo, en debate y a disposición de quienes quieren contar mejor lo que sucede.
Published on 17/12/2025
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