Si importante fue el discurso de Navidad de Su Majestad el Rey el año pasado, por ser el primero de Felipe VI, mucho más lo será este, dada la situación política en la que estamos inmersos. Cerrada su grabación ayer noche, estamos a unas horas de conocer las palabras del Rey, que, siguiendo las últimas oportunidades que ha tenido de marcar sus claros mensajes, no dejará pasar la oportunidad para hablar alto y de forma contundente.
A los problemas con los secesionistas Catalanes, que han llevado a su comunidad autónoma a la deriva económica, social, y gubernamental, nos encontramos con una situación política en España, que aquellos que no gustan de la democracia, la libertad y la justicia de todos y para todos, quieren aprovechar para llevar a España a un oscuro rincón donde solamente ellos deciden lo que es bueno y lo que es malo.
Las claves del discurso de Su Majestad en este año, irán encaminadas hacia la importante y crucial unión de los partidos demócratas, que representan al 80% de la ciudadanía española, y que sus diferencias ideológicas no pueden pasar por encima de la Unidad de España; El establecimiento de un gobierno que mantenga la estabilidad social y económica, junto a la tranquilidad y libertad de los españoles, que se pone en juego con todos esos «mesías» con piel de cordero, que han salido al panorama político; No habrá olvido para las víctimas del terrorismo, a las que este año ha tenido un especial y cariñoso abrazo al presidir la puesta en Marcha del Patronato Fundación Centro Memorial Víctimas del Terrorismo; El Paro, la inmigración y sobre todo el terrorismo islamista que nos amenaza a las sociedades occidentales, serán otro de los puntos que no pasarán de largo en el discurso del Rey.
La constitución de 1978, nuestra primera constitución democrática, tendrá también un especial recordatoria en Su Majestad, porque su vigencia y defensa nos compete a todos, y cabe recordar, que tenemos el Estado de Bienestar y el primer periodo verdaderamente democrático de la historia de España, gracias a ella.
Tiempo tendremos de analizar sus palabras, y las reacciones políticas de unos y otros, aunque, podríamos decir, que ya intuimos esas reacciones, y que después los políticos, harán lo que precisen.
Su majestad el Rey se está convirtiendo en un líder, moderno, demócrata, justo y unificador.
Justo lo que necesitamos los españoles, estar unidos bajo una autoridad mas allá de intereses egoístas y políticos, ser solidarios y hermanos sin odio ni rencores.
Ojalá que cada miembro de la Nación, de las fuerzas del orden, el ejercito y la defensa sean leales y orgullosas de ser España.
A la orden Majestad.
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Estimado amigo. Sin duda alguna está respondiendo a lo que todos esperábamos y en estos momentos tan importantes es el nexo de unión de todos los españoles demócratas.
Un saludo.
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