SM el Rey Felipe VI, acompañado de la Reina Letizia, la heredera al Trono, S.A.R. la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, ha presidido el homenaje a los cerca de 50.000 fallecidos por COVID19 y a los millones de trabajadores que han estado al pié del cañón, en primera línea. Sanitarios, policías, militares, transportistas, trabajadores de supermercados, ganaderos y agricultores… todos ellos, que dieron más de lo que podían por convicción y responsabilidad.
En el Patio de Armas del Real Palacio de Madrid, familiares de las víctimas, trabajadores de los servicios esenciales y, hoy si, el gobierno al completo, y las altas instituciones del Estado, se han reunido para rendir un sincero y emotivo homenaje a nuestros compatriotas fallecidos. Junto a los 17 presidentes autonómicos y las dos ciudades autónomas, altos representantes de la Unión Europea han querido transmitir el cariño a todos aquellos que perdieron a su familiar en esta terrible pandemia de la que, como SM el Rey ha recordado, no hemos aun salido.
Felipe VI, quiso comenzar sus palabras recordando a tantas personas de gran edad que han fallecido y que han trabajado duro por alcanzar el progreso para sus hijos. «Unas vidas que construyeron el edificio de nuestra convivencia democrática«. Tal y como SM el Rey ha recordado, esa generación cambió el rumbo de nuestra historia, afirmaron la libertad y la tolerancia . «Unas vidas cuya vocación de concordia nos invita siempre a la reflexión serena y al agradecimiento». Igualmente, SM reconoció a «Otros ciudadanos que hemos perdido eran hombres y mujeres con todo un futuro por delante, dejando en sus familias un inmenso vacío en el alma. Todos ellos, todos los fallecidos permanecerán en nuestro recuerdo». Prosiguió SM afirmando que el acto de homenaje no podrá reparar el dolor de muchas personas que no han podido estar en los últimos momentos de sus familiares fallecidos, ni atenuar la tristeza por su ausencia, pero si quiere ser un homenaje a su vida y a su memoria.
Recordó el Jefe del Estado a los miles de ciudadanos que han puesto su esfuerzo y trabajo al servicio del bien común, sin reservas y poniendo en riesgo su propia vida. Vidas llenas de ejemplaridad que nos enorgullecen, dijo el Rey. Conductas de ciudadanos que han hecho mucho más que cumplir con su deber no son casuales, sino que salen de convicciones profundas, fruto de la responsabilidad y la voluntad de servicio a los demás, aseguro Don Felipe. «A esas personas les debemos mucho más de lo que podamos imaginar: han salvado muchas vidas; les debemos nuestra salud, nuestra seguridad… y los servicios más esenciales para la vida cotidiana. Porque son ellas las que, en condiciones tan difíciles, han sostenido el pulso de nuestro país. Sentimos hacia todas ellas –hacia todos esos miles de personas– una inmensa gratitud».
El Rey ha afirmado que es el momento de sentirnos orgullosos de la responsabilidad del pueblo español, de tantas personas que en soledad, muchas otras padeciendo la enfermedad, han asumido con entereza y abnegación el confinamiento en sus domicilios, sabiendo que su actitud era fundamental para combatir la pandemia. «Ha sido difícil, muy difícil. Porque a esa situación se han sumado sentimientos lógicos de temor, de miedo por la salud de familiares y amigos, de preocupación por el empleo; de cansancio, de abatimiento… de incertidumbre».
Don Felipe aseveró que hemos contraído una obligación moral y un deber cívico: «La obligación moral de reconocer, respetar y recordar siempre la dignidad de los fallecidos y especialmente el espíritu de esa generación admirable de españoles; y el deber cívico de preservar e impulsar los mejores valores que fundamentan nuestra convivencia».
El Rey ha pedido unidad, respeto y entendimiento para, junto a nuestra capacidad, saber y esfuerzo, podamos mirar hacia el futuro con confianza y esperanza, poniendo de ejemplo la responsabilidad, fuerza moral, determinación frente a la adversidad y espíritu de superación del pueblo español, que muestra el camino a seguir para afrontar y vencer las dificultades, asegurando que las vamos a superar. «Ese será, sin duda, el mejor homenaje renovado que podamos ofrecer en el mañana a quienes hoy, con toda justicia y merecimiento, recordamos, reconocemos y honramos», terminó Su Majestad.
Antes de la palabras de Su Majestad el Rey, tomaron la palabra el hermano del periodista fallecido, José María Calleja, y en representación de los sanitarios, la enfermera supervisora del Servicio de Urgencias del hospital Vall d’ Hebrón de Barcelona, Aroa López Martín.