El Palacio de Marivent, joya estival de la Corona española en Palma de Mallorca, acogió este lunes 4 de agosto de 2025 una recepción que marcó un hito en la agenda institucional de la Familia Real. Por primera vez, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía se unieron a sus padres, los Reyes Felipe VI y Letizia, y a su abuela, la Reina Sofía, en la tradicional cita con la sociedad balear. El evento, que reunió a cerca de 600 invitados en los jardines del palacio, no solo destacó por la presencia de las jóvenes herederas, sino por el especial cariño y atención dispensados a la Reina emérita, cuya asistencia, a pesar de las circunstancias personales, reafirmó su compromiso inquebrantable con la Corona.

La velada comenzó puntualmente a las 21:00 horas, cuando el sol comenzaba a ocultarse tras los frondosos jardines de Marivent. Los Reyes, acompañados por la Princesa Leonor, la Infanta Sofía y la Reina Sofía, descendieron por la escalinata principal, ofreciendo una estampa familiar que no se veía desde los Premios Princesa de Asturias de octubre de 2024. La imagen, cargada de simbolismo, reflejó la solidez de una monarquía que combina tradición y modernidad, con las nuevas generaciones asumiendo un papel cada vez más activo. Los presentes, representantes de diversos sectores de la sociedad balear —desde políticos y empresarios hasta figuras del deporte y la cultura—, aguardaban con expectación este momento histórico.

El debut de la Infanta Sofía, de 18 años recién cumplidos, fue uno de los focos principales de la noche. Tras años de discreción institucional, su participación en este acto marcó un paso significativo en su integración a la vida oficial de la Casa Real. Sonriente y elegante, con un vestido largo de estampado tie-dye en tonos fucsia y rosa de Zara, la Infanta Sofía demostró desenvoltura al saludar a los invitados durante el besamanos, un protocolo que, aunque relajado este año, mantuvo su solemnidad. Su presencia, junto a la de su hermana, la Princesa Leonor, responde a la estrategia de los Reyes de preparar a sus hijas para asumir responsabilidades institucionales, especialmente ahora que ambas son mayores de edad. La Princesa Leonor, por su parte, lució un vestido reciclado de su madre, un diseño de Desigual con estampado azul y blanco, reforzando su compromiso con la sostenibilidad.

La Reina Sofía, fiel a su estilo clásico, eligió un conjunto de blusa estampada en tonos rosas, verdes y lilas, combinado con pantalones turquesa y complementos discretos. Su presencia, sin embargo, trascendió lo estilístico. A sus 86 años, la Reina viajó expresamente desde Madrid para asistir a la recepción, a pesar de la delicada salud de su hermana, la Princesa Irene de Grecia. Este gesto, que acortó su habitual estancia estival en Mallorca a menos de 48 horas, subrayó su dedicación a la Corona y su cariño por las Baleares, donde Marivent ha sido su refugio durante más de cinco décadas. La atención dispensada a la Reina Sofía por parte de su hijo y sus nietas fue especialmente emotiva. Felipe VI, vestido con una guayabera blanca que reflejaba la nueva etiqueta relajada, se mostró particularmente atento, asegurándose de que su madre estuviera cómoda durante el besamanos. La Princesa Leonor y la Infanta Sofía, por su parte, flanquearon a su abuela, ofreciéndole su apoyo físico y afectivo en un gesto que conmovió a los presentes.

La recepción, celebrada por cuarto año consecutivo en los jardines de Marivent como gesto de apertura a la ciudadanía, contó con un menú a cargo del chef mallorquín Andreu Genestra, quien destacó los sabores locales con platos como gamba roja y cochinillo de raza autóctona. Entre los invitados destacaron figuras como Rafa Nadal, recientemente nombrado marqués de Llevant de Mallorca, quien conversó animadamente con la Familia Real, especialmente con la Reina Sofía, y el exbaloncestista Rudy Fernández. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, y la jefa del Ejecutivo balear, Marga Prohens, encabezaron la representación institucional.

El evento no solo cerró la agenda oficial de la Familia Real en Palma, iniciada el 29 de julio con las audiencias de Felipe VI, sino que marcó un punto de inflexión. La incorporación de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía a esta cita tradicional señala el inicio de una nueva etapa para la Corona, donde las jóvenes herederas asumen un rol más visible. Para la Reina Sofía, esta recepción fue un testimonio de su legado, arropada por el cariño de su familia y el respeto de los baleares. Mientras los Reyes y sus hijas inician ahora sus vacaciones privadas, Marivent queda como el escenario de un verano que, sin duda, pasará a la historia.