Quizás, los acontecimientos políticos de los últimos momentos, han llevado a Su Majestad el Rey Felipe VI a la final de la Copa del Rey de Rugby, para tomar nota de las estrategias de un deporte que fundamente en un cuerpo a cuerpo más directo y en la estrategia de equipo. Quizás, ha tomado buena nota para cantarle las 40 a los políticos los próximos 25 y 26 de abril, en su tercera ronda de contacto con ellos y que aprendan que, el trabajo en equipo, es el verdadero motor para conseguir los éxitos.
La Reina Sofía, y la cantidad de cartas recibidas en Zarzuela por los niños Vallisoletanos, llevaron a Don Felipe a que aceptara presidir la final de Copa, que desde 1929, no tenía al Rey de España como ilustre espectador. Una gran decisión por parte de la Casa Real, que permitieron a los cerca de 25.000 asistentes, dar una calurosa bienvenida a Su Majestad el Rey y homenajear, como se merece, al himno de España en presencia del Monarca.
Antes de dar comienzo al partido, se guardó un minuto de silencio por el derrumbe del edificio en Tenerife y por los terremotos de Ecuador y Japón.