Sancho Garcés IV el de Peñalén o el Noble nació alrededor de 1039, falleciendo el 4 de junio de 1076. Fue rey de Pamplona entre 1054 y 1076. Hijo y sucesor de García Sánchez III de Pamplona y de Estefanía de Foix, fue proclamado Rey a la muerte de su padre en la batalla de Atapuerca a la edad de catorce años. Hasta los dieciocho fue guiado por su madre, quien, fiel a la voluntad de su esposo, atendió a la fundación del Monasterio de Santa María de Nájera, donde el monarca navarro estaba enterrado.
Aliado con su tío Ramiro I de Aragón, se dedicó a presionar la taifa de Zaragoza para obtener la sumisión de Al-Muqtadir, pero Al-Muqtadir de Zaragoza, además de pagar los impuestos de la sumisión, procuraba enfrentar al navarro con su primo, el hijo de Ramiro, que había sucedido a su padre en el 1063.
Sancho IV tuvo que soportar varios conflictos por las tierras de Castilla, aún en poder del reino de Navarra, por lo cual se veía obligado a mantener permanentemente las fronteras bien aseguradas.
Las pretensiones expansionistas de Sancho II el Fuerte de Castilla provocaron la llamada Guerra de los Tres Sanchos (1067), en la que el rey de Pamplona contó con la ayuda de Sancho Ramírez de Aragón, venciendo en la lid el navarro.
Fue asesinado en Peñalén, término perteneciente a Funes, víctima de una conjura política urdida por sus hermanos, cuando se distraía en una cacería. Su hermano Ramón le precipitó al vacío desde un barranco, el 4 de junio de 1076. Su muerte originó la invasión de Navarra por Alfonso VI de León, que ocupó La Rioja, y por Sancho Ramírez de Aragón, que fue proclamado rey de Navarra.