Juana de Avis y Aragón, nació en la Quinta do Monte Olivete, Almada, el 20 de marzo de 1439, falleciendo en Madrid el 13 de junio de 1475. Nació Infanta de Portugal y fue reina consorte de Castilla. Hija póstuma del Rey Eduardo I de Portugal y de la Infanta Leonor de Aragón.
Contrajo matrimonio en 1455 con su primo el Rey Enrique IV de Castilla, al cual acababan de declarar nulo su matrimonio con Blanca de Aragón. Tras siete años sin hijos, Juana dio a luz en 1462 a una niña que fue también llamada Juana (1462-1530).
Los adversarios de Enrique IV le habían llamado «el Impotente», no tanto por no haber tenido descendencia de su primera esposa, Blanca de Navarra, como por ser de dominio público la dejación que hacía de sus obligaciones conyugales. De hecho, los nobles castellanos opuestos al rey pretendieron hacer creer que la niña era hija del noble Beltrán de la Cueva, privado de Enrique IV, por lo que a la niña se le dio el apodo de Juana la Beltraneja.
A la muerte de Enrique IV, el 11 de diciembre del año 1474, la reina Juana sostuvo los derechos sucesorios de su hija pero falleció algunos meses después, a los treinta y seis años de edad, el 13 de junio de 1475.
Juana de Portugal tuvo por amante al caballero castellano Pedro de Castilla y Fonseca (biznieto de Pedro I de Castilla). Esta relación se dio incluso cuando aún estaba casada con el rey, lo que fue conocido en la época. Con él tuvo dos hijos gemelos, antes de ésta fallecer con solo 36 años:
* Pedro de Castilla y Portugal o Pedro Apóstol de Castilla y Portugal, conocido también por Don Apóstol de Castilla (30 de noviembre de 1468 o 1471 – ?), casado en segundas nupcias con Juana de Mendoza;
* Andrés de Castilla y Portugal o Andrés Apóstol de Castilla y Portugal (30 de noviembre de 1468 o 1471 – ?), casado con Mencía de Quiñones.