Hace unos meses, la Casa Real Británica revolucionaba las redacciones de los periódicos al anunciar una reunión de la Reina con los responsables del personal de su Casa y Palacios. Los rumores fueron tales, que llegaron a difundir la abdicación de la Reina o incluso la muerte del marido de Isabel II, todo ello sin andarse con miramientos, como suele ocurrir. Pero la verdadera noticia era la retirada oficial del Duque de Edimburgo, que a sus 96 años, y tras una ajetreada vida, que ha pasado desde su nacimiento como príncipe de Grecia y Dinamarca, los años de exilio y su boda con la heredera al trono de Inglaterra, todo ello aderezado con un humor peculiar y un trato a veces excesivamente directo que ha causado en más de una ocasión un conflicto con personalidades extranjeras.
El Duque de Edimburgo se ha ganado el respeto y cariño de los Británicos, y a lo largo de los más de 65 años que ha permanecido al lado de su esposa en el trono Inglés, su principal valor ha sido siempre el servicio a la Corona.
Los 96 años de edad, y un sin fin de achaques, han llevado a la decisión de dejar a un lado sus obligaciones oficiales y retirarse definitivamente, pero Felipe de Edimburgo ha querido tener un gesto con la Familia Real Española, por lo que ha retrasado su retirada hasta recibir a los Reyes Felipe VI y Letizia. Un gesto más que se une a los que la Reina Isabel II ha querido tener con los Reyes, al establecer que sea su residencia, el Palacio de Buckingham, donde se queden los Soberanos españoles en su visita el Reino Unido, la petición para que toda la Familia Real Inglesa al completo acuda a la cena de gala en honor a los Reyes de España y la mención que tuvo en el discurso de apertura del Parlamento Inglés a esta visita.
Estaria mejor si nos devolvieran Gibraltar !!!!
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