Unidad, colaboración, solidaridad, generosidad y altura de miras.
Su Majestad el Rey Felipe VI, evocó en Barcelona un hito para la historia del Reino de España, que nos devolvió al escenario internacional del que jamás deberíamos haber salido, pero, lo más importante, demostramos al mundo, y a nosotros mismos, que éramos capaces de organizar tres eventos internacionales de gran calado, como las Olimpiadas, la Expo de Sevilla y la Capitalidad Europea de la Cultura de Madrid. Y todo ello lo hicimos porque en un momento de la historia de nuestra gran nación nos preocupo más arrimar el hombro, remar en la misma dirección todos y conseguir éxitos por encima de ideologías, partidos o intereses personales.
Los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, de los que se han celebrado sus 25 años, fueron un éxito de una gran nación, que luchó por conseguir el evento deportivo más importante del mundo para una de sus ciudades y que, con el esfuerzo, trabajo y la aportación de todos, transformó una ciudad en declive como era Barcelona en los años 80 y 90, no sin luchar contra unos nacionalistas que en los inicios no querían para nada los Juegos en su Ciudad y que ahora se quieren arrogar todos los éxitos conseguidos, que lo fueron colectivos.
Los Juegos Olímpicos de Barcelona no hubieran sido posible sin el concurso de todo el Reino de España, sin el apoyo financiero del Estado y con el trabajo constante y concienzudo de toda la sociedad española que celebró con gran alborozo su designación y que puso su empeño en lograr que supusieran un antes y un después en la celebración de unas Olimpiadas.
El Rey ha reclamado volver a esa colaboración entre administraciones y exigió la suma de esfuerzos para logar un objetivo común del que se pueda sentir orgullosa la sociedad, remarcando, que las instituciones trabajen juntas y remen en la misma dirección.
No es el Rey amigo de silenciar sus pensamientos y, dentro del pequeño margen que le marca la constitución, deja mensajes claros para todos aquellos que tienen una responsabilidad política en estos instantes y que tienen que velar por todos los españoles.
«Los Juegos Olímpicos de Barcelona pusieron de relieve ante el mundo y ante nosotros mismos lo que somos capaces de hacer y los grandes éxitos que podemos conseguir cuando trabajamos juntos y en una misma dirección, cuando sumamos el esfuerzo de todos»
Don Felipe insistió que los Juegos de Barcelona fueron fruto del esfuerzo, generosidad y compromiso de todos. Unidad en torno a un proyecto, que ilusionó a la gente de Barcelona y del resto de España y que nos hizo sentir orgullosos de pertenecer a una gran nación. Aseveró el Rey que «Todos juntos continuaremos nuestra trayectoria impulsando, mejorando y acrecentando el progreso que hemos sabido lograr durante décadas de esfuerzo solidario, de espíritu de concordia y de confianza en el futuro”.
Quiso Don Felipe recordar el orgullo y emoción que sintió como abanderado del equipo nacional al representar a España en aquella cita histórica. Un momento muy esperado en el que no se podía fallar, y como dijo el Rey Felipe VI «no fallamos: llegó el 25 de julio, eran los XXV Juegos de la era moderna; finalmente unos Juegos Olímpicos en casa; años de preparación, de esfuerzo, tensión y mucho trabajo callado..; años de una tremenda ilusión que, por fin, empezó a hacerse realidad en aquella ceremonia de inauguración verdaderamente deslumbrante»
Buenos días,
es increíble que tengan que pasar 25 años para conmemorar la UNIDAD DE ESPAÑA.
Saludos,
Edelmira
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