Pedir que Su Majestad el Rey sea quien «convenza» a Pedro Sánchez para aceptar un acuerdo, no es más que un intento vano de empujar al Jefe del Estado fuera de la constitución. Quién lo ha pedido, aquel que quería «guillotinarle», sabe perfectamente que esa no es la función del Monarca, ya que en ningún momento puede decidir hacía que lado debe de ir el gobierno de turno, ni ponerle las cosas fáciles a los políticos para que después él se lleve las culpas. Sabe Felipe VI que si lo hiciera, y de esto es consciente el radical comunista Pablo Iglesias, se estaría saltando la constitución y se pondría en contra a una gran parte de la sociedad. Y ahí está el juego peligroso del chavista Iglesias.

Han dado los políticos con alguien que sabe perfectamente cual es su función, y que ésta no estriba en ponerle las cosas fáciles ni limar sus diferencias para darles la excusa de formar un gobierno empujados por él, para después quitarse las culpas de la desastrosa operación. Su Majestad el Rey ya ha declarado que los políticos deberían llegar a un acuerdo para no repetir elecciones, pero jamás pondrá el dedo en alguien para que sea esa persona a quién deban apoyar los demás.

Lo más terrible de esta situación, es que llevamos 5 meses desde las elecciones del 28A sin que se haya negociado un gobierno o acuerdo. A muchos políticos se les llena la boca de democracia, diálogo, negociación y responsabilidad, cuando son los primeros irresponsables que no han querido negociar un gobierno, ni tan siquiera llegar a acuerdos con la oposición, que se los ha ofrecido y en ningún momento han querido aceptarlos.

¿Volverá el líder del Partido Socialista a mentir al Rey Felipe VI en relación a sus no negociaciones sobre su investidura? Posiblemente si lo haga, porque está acostumbrado a ello y le da igual quien se le ponga por delante, ya que solo tiene como objetivo él mismo.

Es ciertamente descorazonador ver como se comporta la clase política actual, poniendo sus intereses políticos por delante de los españoles. Afortunadamente tenemos al Rey en la más alta magistratura del Estado, que pone todo de su parte para intentar que el Reino de España siga caminando por la estabilidad. Ojalá lo políticos tuvieran un 50% de sus responsabilidad, porque sería un 100% más de lo que tienen ahora.