La Corona, es la institución clave de nuestra democracia y la piedra angular de la libertad que hemos disfrutado a lo largo de más de 40 años, y como pilar fundamental de la democracia, es la que lleva sufriendo desde hace muchos años ataques sin sentido con el único objetivo de derribarla para, seguidamente, desmantelar la democracia española.

La labor de la Corona en la reconstrucción del Reino de España desde el fin de la dictadura, ha sido uno de las muestras de mayor servicio a los españoles, que a través de la constitución de 1978, vieron cumplidas sus ansias de libertad que le entregaba la primera democracia en España. La libertad, justicia, democracia y estado del bienestar que disfrutamos, son las joyas de la Corona que la extrema izquierda quiere hurtar de forma radical.

La Corona consiguió un consenso jamás visto en España, creó las líneas básicas del entendimiento entre diferentes posiciones políticas y las bases esenciales para que los españoles, por primera vez en su historia, caminaran de la mano por la senda de la paz, la convivencia, un objetivo común y la solidaridad. La economía española tuvo una transformación esencial para el mayor crecimiento en décadas y el prestigio internacional de España crecía a pasos agigantados.

Llevamos años denunciando los ataques furibundos y descarnados a la democracia en España desde la extrema izquierda, los golpistas catalanes y una parte de un socialismo que ha perdido el rumbo y la senda de la libertad y democracia, desde que su secretario general se hizo con las riendas del partido de forma absolutista, del partido que anteriormente era de Estado.

Desde la irrupción de la extrema izquierda en el panorama político español y su unión con parte del partido socialista, que ha perdido su esencia demócrata, la democracia española está en peligro, ya que supone el freno a las ansias de totalitarismo, odio y afán de destrucción del comunismo que encarna Podemos.

El uso de la fiscalía para intentar manchar la imagen del Rey Juan Carlos, es una muestra más del execrable movimiento que se está llevando a cabo para desacreditar a la Corona, conocedores que ésta es la única institución que puede paralizar sus actos, ya que aúna en torno a sí a los españoles de bien que no quieren ver su democracia cautiva de autoritarios. Son sabedores que nada implica al padre de Felipe VI en algún tipo de problema judicial, pero él solo hecho de manchar su imagen daña a la institución y por ello lo llevan a cabo.

Que nadie pierda el sentido de estos movimientos, que solo buscan acabar con la democracia española, las libertades y el estado de bienestar que disfrutamos y con nuestra propia existencia como ciudadanos de una nación libre.