Un 14 de diciembre de 1955, el Reino de España entraba a formar parte de Naciones Unidas. Un hecho trascendental, que ahora se conmemora, y que coincide con el 70 aniversario de la firma de la Carta Fundacional de la Organización. Nacida con el intento de no volver a sufrir más Guerras Mundiales, 51 países fueron los firmantes de la Carta Fundacional. En ella, los países se comprometían a mantener la paz y la seguridad internacional, a fomentar relaciones de amistad entre las naciones y promover el progreso social.
Por ello, hoy se ha celebrado en el Palacio Real, el acto de celebración del 60 Aniversario de la entrada de la Nación Española en la Organización, con una recepción que SSMM los Reyes Don Felipe VI y Doña Letizia, han ofrecido, junto el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, con el cual el Rey mantuvo un encuentro anterior.
Don Felipe, comenzó sus palabras dando las gracias a los asistentes, y al secretario general de la ONU, por haberse desplazado hasta la Capital del Reino de España para conmemorar la doble efeméride.
El Rey indicó, que los principios de la ONU inspiraron la transición española hacía la democracia, y que forman parte del modo de entender de los españoles la convivencia. Aseveró, igualmente, que España estuvo en los orígenes de la globalización y en las raíces del Derecho Internacional desde hace más de medio milenio. Es una nación, ha dicho Don Felipe, «tradicionalmente definida por su fuerte vocación universal y por su firme compromiso con los destinos comunes de la Humanidad».
Don Felipe, dijo del secretario general de la ONU, que es un claro ejemplo de la esperanza que la ONU puede llevar a aquellos países en guerra, ya que el fue uno de esos niños tocados por la luz de la esperanza de la Organización, tras la guerra que asolo su país.
Los valores de la ONU, se ponen a prueba en muchos escenarios de crisis, como Siria, Libia, en las aguas del mediterráneo, en los campos de refugiados de África, donde la ONU contribuye, según palabras de Don Felipe, a buscar soluciones a los desafíos de la actualidad.
El Monarca, rindió un homenaje de reconocimiento a todas las personas que trabajan en la Organización, que muchas veces ponen en riesgo sus vidas por el bien común. «… un recuerdo lleno de emoción a las familias y compañeros de los que como cascos azules, como servidores públicos, o como voluntarios, han entregado sus vidas a la causa, honrosa y ejemplar, de ayudar a los demás —de mantener la fe y la esperanza en la humanidad y en nuestra capacidad para la paz, la solidaridad y la concordia».
La ONU, indicó Don Felipe, es la luz que anuncia el camino hacía el futuro, con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, cuyo objetivo es conseguir el mundo libre de hambre y pobreza extrema.
Termino el Rey su discurso, reafirmando el compromiso de la Nación Española con la ONU, sus valores, propósitos y principios.
