El día que Su Majestad el Rey fue proclamado Rey de España, hizo hincapié en que su reinado sería ejemplar, transparente y fiel reflejo de lo que deben ser la instituciones democráticas. Por ello, desde el primer instante, se pusieron de manifiesto las nuevas líneas de actuación de la Casa Real. Apenas tres meses de llegar al Trono, la Casa Real firmó dos convenios de colaboración, uno con la Abogacía del Estado, que presta asistencia y asesoramiento jurídico en sus funciones, y en aquellos procesos en los que pueda ser parte la Casa Real. La otra, con la Intervención General del Estado, para que esta realice una auditoría anual de las cuentas de la Casa, comenzando por las de 2015.

Tal y como estaba previsto, la Casa Real pondrá a disposición de la Intervención General del Estado la cuentas, registros contables y toda la documentación de la gestión económica y financiera de la Casa, antes de finales de marzo de 2016. El organismo, tendrá desde ese momento un plazo de 3 meses para emitir su informe, que devolverá a la Casa Real y esta hará publico junto con las cuentas aprobadas.

La lista de regalos que la Casa Real ha recibido a lo largo de 2015, también se hará publica, aunque aun no se ha decidido la fecha exacta, que puede coincidir con la misma en la que se publiquen las cuentas con el informe de la Intervención. Los miembros de la Familia Real, con motivo de actos oficiales, visitas de Estado o en razón de su condición, reciben regalos de diversas instituciones, que se consideran «institucionales». Estos, son ofrecidos por las autoridades de los países visitados, o de las administraciones públicas cuando algún miembro de la Familia Real acude como parte de su labor institucional.

Los regalos, pasarán a formar parte de Patrimonio Nacional. La lista de regalos, se publicará en la Web de la Casa Real, con la procedencia de cada uno. Fuera de esta lista, quedarán los regalos de carácter estrictamente personal, que serán los que no superen los usos sociales o de cortesía.