Los Reyes, han inaugurado la VII Edición del Congreso Internacional de la Lengua Española, que se celebra en la ciudad de San Juan, en Puerto Rico, entre los días 11 y 20 de marzo, con diversas actividades y bajo el lema «Lengua española y creatividad»
Los Reyes, permanecerán únicamente un día en San Juan. Su Majestad el Rey Don Felipe, acompañado del Ministro de Asuntos Exteriores y el de Educación, Sres. Margallo y Mendez de Vigo, mantuvo un primer encuentro con Don Alejandro García, Gobernador de Puerto Rico, con el que trato diversos temas de carácter bilateral.
Antes de su entrada al Palacio de Santa Catalina, los Reyes saludaron a un grupo de monjas del Convento Siervas de María. Algunas de las religiosas, encabezadas por la Madre Superiora, Ángela Albarrán, portaban banderitas de España ya que varias son compatriotas nuestras.
La inauguración del Congreso, ha tenido una anécdota ciertamente curiosa, tratándose como es de un Congreso de la Lengua Española, cuando los organizadores han rotulado la intervención del Rey con «Su Magestad el Rey Felipe VI» Una anécdota imperdonable.
Comenzó sus palabras el Rey, manifestando la enorme alegría de volver a los EEUU de América, y concretamente a Puerto Rico, donde los lazos de la historia unen a las dos Naciones, especialmente a la gente que forma aquella tierra tan querida desde el Reino de España. Don Felipe recordó, que fue Cristobal Colon quien Bautizó a la ciudad con el nombre de San Juan en 1493, y que fue Juan Ramón Jiménez quien bautizó a Puerto Rico como «isla de simpatía».
Quiso el Rey, reconocer la gran aportación de Puerto Rico a la cultura hispanohablante. Un español mestizo cuya gran expansión llegaría, como es bien sabido, con la independencia de las provincias ultramarinas y el nacimiento de las jóvenes repúblicas en las que los gobiernos, para poder crear comunidad, echaron mano del castellano como lengua común. afirmó Su Majestad.
El Rey, destacó que el congreso de ocupará de nuestra lengua, que es considerada una fuente de creatividad en todas las artes y ciencias. Tendrá una mirada al pasado, para aprender de ella en el presente y en el futuro de todos los hispanohablantes. El español, es la segunda lengua de comunicación internacional, que es hablada por más de 500 millones de personas en todos los continentes, que se enriquece en todos y cada uno de los lugares donde se habla.
Recalcó Don Felipe, que nuestra lengua convive en armonía con infinidad de idiomas diferentes, contribuyendo de esta forma a garantizar y fortalecer la diversidad cultural mundial. Este año, recordó el Rey, es la primera vez el Congreso se celebra en un país tan ligado a los EEUU de América, ya que Puerto Rico es un Estado Libre asociado a la Unión. Se va a dedicar especial atención al diálogo de las lenguas.
Su Majestad, destacó que en este mundo globalizado donde todas las culturas y las lengua conviven juntas, es donde se pueden realizar las mayores aportaciones, contribuyendo a garantizar la diversidad cultural y lingüística mundial, desde la cohesión.
Terminó sus palabras el Rey, dando las gracias a todos los asistentes y participantes en las actividades y meses redondas que se realizarán esos días. «Creo que el mejor homenaje que podemos tributar a Miguel de Cervantes en este cuarto centenario, como pidió Rubén Darío, es seguir el espíritu ideal de don Quijote: diálogo de lenguas y culturas hermanadas por la palabra que nos hace humanos».
Los Reyes, participarán en la mesa redonda “Tradición y creatividad: Las lecciones cervantinas”, que moderará Jean-Marie Le Clézio (premio Nobel de Literatura 2008). Don Felipe, hizo entrega de medalla de ASALE, la Asociación de las Academias de la Lengua Española, a la familia de Miguel Alemán Valdés, de quien partió en 950, la propuesta de celebrar el primer «congreso de Academias de habla española». Presidente de México, Miguel Alemán Valdés (1903-1983), a través de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), planteó una reunión de las 20 academias existentes a mediados del siglo xx, con el objetivo de «poner al servicio de la humanidad esa fuerza de amor y de cohesión espiritual que es el idioma». Su Familia, recibió la medalla a título póstumo de manos de los Reyes de España.
Don Felipe y Doña Letizia, visitaron, posteriormente, los lugares históricos de San Juan. El Palacio de Santa Catalina, una edificación defensiva del siglo XVI parcialmente rehabilitada que sirve de residencia oficial del gobernador y de sede del Ejecutivo de la isla, y tras él, el Castillo de San Felipe del Morro, uno de los fuertes más grandes construidos por los españoles en el Caribe.
Antes de su regreso al Reino, los Reyes se trasladaron al Museo de San Juan, donde recorrieron las muestras expuesta con motivo del Congreso “Quijotes por el mundo” y “La lengua y la palabra. Trescientos años de la Real Academia Española”.