Las ciudades de Ceuta y Melilla son muchas veces las grandes olvidadas de nuestro Reino y provocan cierta controversia en política internacional con el Reino de Marruecos. España nunca ha sabido dar golpes de autoridad en referencia a este tipo de eventualidades políticas, y mucho menos ha sido capaz de hacer gestos con la excusa absurda de no provocar, algo que pasa factura, ya no solo internacionalmente, sino incluso en el ámbito más casero.
Siempre que los Reyes han acudido de visita a alguna de las ciudades españoles de Ceuta o Melilla, el Reino de Marruecos ha expresado su disconformidad y ha elevado quejas formales al gobierno de turno, algo que si bien se debe tomar diplomáticamente, no debería suponer un impedimento a estas visitas. Con el Reino de Marruecos siempre hemos tenido conflictos pesqueros, pero tampoco debemos olvidar que somos la única puerta a Europa que tienen, y deberíamos jugar nuestra carta.
Se cumplen ahora 10 años de la extraordinaria visita que los Reyes Juan Carlos I y Sofía realizaron a Ceuta, que llenaron las calles de la ciudad de banderas españolas como nunca antes se había visto, con una reconfortante sensación de cercanía que los ceutís sintieron como un verdadero abrazo de sus compatriotas españoles. Hacía 80 años que no tenía lugar una visita Real a la ciudad.
En apenas 5 horas que duro la visita, los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, grabaron a fuego su cariño y el recuerdo de todos aquellos que salieron a la calle para recibirles, saludarles y poder contar a las generaciones futuras que un día vieron a los Reyes de España paseando por la plaza de África o comiendo en el Parador La Muralla.
Fueron demasiados los años que se tardó en programar una visita Real a la ciudad, pero los ceutís esperan con alegría y esperanza que los Reyes Felipe VI y Letizia repitan como ya lo hicieran los Padres del Rey. Estos gestos, que pueden sonar contraproducentes, son los que fortalecen el sentimiento de pertenencia, unidad y sobre todo consiguen que los españoles nos sintamos arropados por la Corona, y más cuando son ciudades con una peculiaridad como lo son nuestras plazas africanas.
Majestad, Ceuta y Melilla os espera con los brazos abiertos.