No es una norma escrita, pero si es una muestra de educación y respeto a la Jefatura del Estado, que el Presidente del Gobierno comunique al Rey los nombres de los ministros antes de hacerlos públicos. El Rey, es el Jefe del Estado, quien representa al Reino de España y quien ostenta la máxima institución de la Nación Española, y por ello, las formas, la educación y el respeto a su figura deben regir los pasos de cualquiera que se precie digno de ocupar cualquier puesto institucional.

Puede parecer una anécdota sin mas, pero tiene su carga de profundidad y al nuevo presidente los gestos de este tipo no le pasan desapercibidos ni los hace de forma casual. Comunicar al Jefe del Estado, al Rey, el nombre de los ministros antes de hacerlos públicos, es un ejercicio de respeto y educación institucional que ha demostrado no tener, de la misma forma que ya reflejó en su toma de posesión y su nulo saludo al Rey.

Las formas y el respeto de las instituciones deben ser una prioridad esencial en cualquier político, pero da la sensación que los nuevos tiempos traen unas formas poco adecuadas y vacías de todo ejercicio de respeto por las instituciones y sus representantes. Uno puede ser republicano, allá cada uno con sus problemas, Monárquico o darle exactamente igual la forma de la Jefatura del Estado, pero ante todo un representante político, y más el Jefe del Ejecutivo, debe tener respeto hacía todas las instituciones del Estado, que a fin de cuentas es tener respeto a España entera.

El Reino de España no es un plato de televisión, ni sus Ministros deben ser nombrados a golpe de Tuit, titular o fanfarria como estamos viendo. España es mucho más seria que alguno de sus nuevos representantes, y estos efectos de marketing hacen un flaco favor a las instituciones y a la estabilidad de España.