Don Juan de Borbón y Battemberg y su esposa Doña María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, crearon una familia unida ante las adversidades que tuvieron que afrontan tras el golpe de estado, que en 1931, hizo que la Familia Real Española tuviera que salir de España para no provocar una guerra civil, que posteriormente estalló en la nación, y que siempre han demostrado mantener sin fisuras, siendo la relación de la Infanta Pilar y el Rey Juan Carlos más estrecha aun, por la situación personal de la hermana mayor de los Borbón.

Cuando la Infanta Pilar queda viuda en 1991 con 55 años de edad, tras la muerte de su esposo Luis Gómez-Acebo, la dejó sola y con cinco hijos (Simoneta, Juan, Bruno, Beltrán y Fernando), con quienes se volcó el Rey Juan Carlos. Aunque esta «preocupación» siempre fue hacia las dos hermana, la pequeña del clan, la Infanta Margarita, ha tenido siempre el apoyo de su marido el prestigioso médico Carlos Zurita.

Al igual que con su hermana, el Rey siempre ha estado muy pendiente de sus 5 sobrinos, siendo un fiel y cariñoso consejero para ellos ante la falta de su padre. Las visitas a la finca familiar de los Borbón-Gomez Acebo eran asiduas para el padre de Felipe VI, donde encontraba el ambiente familiar que siempre ha buscado el Rey y donde se ha sentido más cómodo.

La Infanta Pilar, fue siempre muy protectora de la Familia Real y no tuvo inconveniente alguno en ayudar a su sobrina la Infanta Cristina en sus horas más bajas, ante el acoso de la prensa por el Caso Nos, dejando que ocupara su residencia en Mallorca durante los meses que duro el juicio.

La Infanta Pilar sabía que tenía a su hermano el Rey siempre a mano y la comunicación era constante. Aun cuando pudiera parecer lo contrario, tras las paredes de Palacio, la relación que tenía con sus hermanos y la Reina Sofia siempre fue contante. Llamadas diarias a unos y a otros eran lo normal en la Familia Borbón.

Directa y sin pelos en la lengua, no se andaba por la ramas para hablar de unos y de otros, como demostró también con sus halagos al Rey Felipe VI, con unas declaraciones muy del Madrid de sus amores, al definirle como “un tío estupendo al que tenemos la suerte de tener como Rey”.

También tuvo buenas palabras para la Reina Letiza, a la que en 2014 definió como “colosal” y “estupenda”, y de la que años después dijo que había “ayudado muchísimo” al Rey Felipe VI en los momentos de mayor inestabilidad política.

Sin duda, se ha ido una persona muy importante en la vida de Don Juan Carlos, que pierde a su hermana mayor y una de los testigos vivos de su dura vida de niño, Príncipe y Rey en los primeros años de nuestra modélica transición.