La imagen de internacional del Reino de España está sufriendo un rápido y peligroso deterioro desde que el titular del ejecutivo pactara con golpista y extrema izquierda, lo que nos ha llevado a posicionarnos junto a las narcodictaduras de iberoamericana y ser su apoyo constante. Los últimos acontecimientos en Bolivia, donde, recordemos, el gobierno de Sánchez Castejón ordenó entrar en la embajada de México en La Paz a la policía Española, para sacar de allí, a escondidas, a dos ex ministros de Bolivia refugiados, que están acusados de narcotráfico e intentar manipular las elecciones; y el apoyo que el líder del Psoe dio a Delsy Rodríguez, vicepresidente de la Narcodictadura Venezolana, acusada de torturas, que tiene prohibida la entrada en cualquier país de Europa, y que estuvo en España reunida con el Ministro Ábalos, ha puesto a España es una posición extrema.

Felipe VI, siempre pendiente de estas circunstancias, volvió a ser el apagafuegos de esta desastrosa política que nos está llevando a la enemistad con Europa y los EEUU. Aprovechando su viaje a Montevideo para la toma de posesión del nuevo presidente de Uruguay, Luis Lacalle, Su Majestad el Rey mantuvo reuniones con los Cancilleres de Bolivia, Chile, Bolivia y el nuevo presidente Uruguayo, en los que abordaron estas cuestiones, transmitiendo un mensaje claro sobre la necesidad, en el caso de Venezuela, de realizas elecciones libres y limpias.

Abordar estas cuestiones, son prácticamente imposibles para el Gobierno de Pedro Sánchez, tras sus desbarres en política exterior y sus guiños a la dictadura venezolana de Nicolás Maduro y del expresidente fugado de Bolivia, Evo Morales, que, tras intentar dar un auto golpe de Estado manipulando las elecciones de su país, tuvo que huir expulsado por su propio pueblo. La cercanía y apoyo del líder de la extrema izquierda española, Pablo Iglesias, ha llevado a Pedro Sanchez a un cambio, nuevamente, en sus posiciones políticas, sino a aceptar el chantaje del extremista comunista.

El presidente de Colombia, Iván Duque, aseguró que habló con el Rey de la necesidad de poner recursos suficientes para atender a los cientos de miles de venezolanos que huyen del régimen dictatorial de Maduro hacía Colombia, asegurando Don Felipe el interés del Reino de impulsar una agenda de cooperación internacional para atender esta crisis humanitaria. El Canciller Colombiano, añadió que fue muy productiva la reunión con el Rey Felipe VI, para solventar la crisis migratoria generada por la narcodictadura que, desde España, está apoyando la extrema izquierda de Podemos.

Nuevamente, SM el Rey tiene que sacar las castañas del fuego al Gobierno de España por sus meteduras de pata, como ya hiciera SM el Rey Juan Carlos I por la afrenta del ex-presidente Rodríguez Zapatero a los EEUU al no levantarse al paso de la bandera de nuestro país aliado en 12 de octubre y que creó un fuerte enfado en la Casa Blanca. En ese momento, Don Juan Carlos tuvo que limar asperezas y solucionar la afrenta del dirigente socialista, hoy muy amigo de la dictadura Venezolana, Cuba y del antiguo presidente de Bolivia, Evo Morales.