El próximo 31 de octubre, SAR la Princesa Leonor, llegará a la mayoría de edad, momento en el que debería producirse la Jura de la Constitución por parte de la Heredera al Trono, pero que sigue en el aire por el empecinamiento enfermizo del hedonista que ocupa la Moncloa desde hace años, y que pone por delante de todo y de todos su propia conveniencia, su enfermiza forma de comportarse cual dictarzoduelo bananero y sus intereses personales.

La excusa perfecta para mantener sin fecha la Jura de la Princesa de Asturias, de Gerona y de Viana, es la obligada disolución del Parlamento, pese a que le pese a Sanchez, ya que las elecciones se deben celebrar como muy tarde el día 10 de diciembre de 2023. Teniendo en cuenta que el presidente debe convocar las elecciones con 54 días naturales de antelación, con la disolución de las cámaras, es la excusa a la que se agarra el megalómano y edonista Sanchez, aludiendo que unas Cámaras disueltas, en la que la potestad de las mismas recae en la Comisión Permanente, restaría dignidad al acto.

Pero habría una solución a este asunto, que es la disolución del Parlamento por extinción, ya que, de acuerdo con el artículo 68.4 de la Constitución, ese mandato concluye «cuatro años después de la elección de las Cámaras o el día de la disolución», que será el 10 de noviembre de 2023. Si se opta por esta fórmula de «convocatoria de elecciones por extinción del mandato de las Cámaras»,  «entre el 16 de octubre y el 10 de noviembre de 2023 las Cámaras mantienen todas sus potestades constitucionales«, lo que incluye la ceremonia de juramento de acatamiento de la Constitución de la futura Reina, según el informe de Manuel Delgado-Iribarren, letrado de la Comisión Mixta para la Unión Europea,

La gran trascendencia jurídica y simbólica que tiene al jura de la Princesa Leonor, no debería estar en vilo por el capricho del aun presidente Sanchez, que no es otro que tener a todo el mundo esperando hasta que él tome una decisión que, además, no le corresponde a el solo. La prepotencia con la que actúa y la necesidad de ser siempre el foco de todo, hace que tenga paralizada una jura institucional que debería poder hacerse el mismo día 31 de octubre y que, por mucho que él mismo se empeñe, y los alabadores que le rodean le sigan, se puede hacer sin problemas en la fecha en que la Princesa Leonor cumple los 18 años.