Catalina de Lancáster nació en Hertford, 31 de marzo de 1373 y falleciendo en Valladolid el 2 de junio de 1418. Hija de Juan de Gante y de su segunda esposa, Constanza de Castilla (hija de Pedro I el Justiciero o el Cruel) , fue reina consorte de Castilla al casarse con el Rey Enrique III de Castilla.

Por parte paterna fueron sus abuelos el Rey Eduardo III de Inglaterra y su esposa Felipa de Henao. Por la materna, sus abuelos eran el Rey Pedro I de Castilla y su esposa María de Padilla. Fue hermana del rey Enrique IV de Inglaterra y abuela de Isabel la Católica.

Nieta del asesinado Rey Pedro I de Castilla, Catalina fue educada como heredera al trono. Su padre, Juan de Gante, reclamó el trono en nombre de su esposa Constanza y de su hija, organizando una expedición con la ayuda del Rey Ricardo II de Inglaterra, que desembarcó en La Coruña en 1386.

Para resolver el conflicto sucesorio, en virtud del tratado de Bayona, Catalina de Lancaster contrajo matrimonio en marzo de 1388, con su primo Enrique de Trastámara. Enrique era miembro de la Casa de Trastámara, rama bastarda de la Casa de Borgoña. Su abuelo, era Enrique I de Castilla, hijo de Alfonso XI y Leonor de Guzman, amante del Rey. Entre el y su hermano Pedro I de Castilla, siempre hubo disputas que se resolvieron con el asesinato de este último y el ascenso al trono del primer Trastamara, (Enrique I). Para resolver el problema sucesorio, Juan de Gante renunciaba a la corona, en nombre de su esposa Constanza de Castilla (hija de Pedro I),  y Catalina era desposada por el que sería el Futuro Enrique III de Castilla. Ambos primos, recibieron el título de Príncipes de Asturias, siendo desde entonces usado por el heredero de la corona castellana y, posteriormente, por el heredero de la corona española.

El matrimonio formal entre Catalina de Lancaster y su esposo, ella tenía 15 años cuando se firmó el tratado de Bayoya, se celebró en la villa de Madrid en 1393, siendo ya Enrique III, Rey de Castilla.

Al fallecer Enrique III de Castilla, el 25 de diciembre de 1406, a la edad de 27 años, Catalina de Láncaster, ejerció la regencia del reino durante la minoría de edad de su hijo Juan II, de apenas un año de edad, junto con su cuñado Fernando de Antequera, futuro rey de Aragón.

Catalina formó un consejo de nobles, eclesiásticos y autoridades municipales las ciudades, para la administración de los actuales territorios de Cantabria, Galicia, Asturias,  Vascongadas, Castilla la Vieja, León y partes de Castilla la Nueva. Fernando de Antequera, el hermano de Enrique III, administro zonas de Extremadura y los reinos cristianos de Andalucía, Jaén, Córdoba y Sevilla.

La Reina participó activamente en la política exterior, con contactos con Inglaterra y Portugal, que facilitaron la firma de paces y aseguraron los contactos comerciales con ambos reinos.

El infante castellano Fernando de Trastámara se convirtió en Fernando I de Aragón en 1412. Recibió el apoyo formal y económico de Castilla, que subvencionó la candidatura al trono e incluso la corona. Para llevar la regencia castellana desde Aragón, Fernando uso a sus consejeros más próximos, entre ellos al arzobispo Sancho de Rojas, al igual que la influencia de su esposa, Leonor de Alburquerque, gran propietaria en Castilla, y de sus hijos, los Infantes de Aragón. Fallecido en 1416, Catalina asumió la diplomacia con Granada o los tratos con las órdenes militares, que habían sido prerrogativas de Fernando.

Bajo su regencia, comenzaron a establecerse las primeras leyes de apartamiento de Judíos y Mudéjares de las ciudades del Reino, al igual que disminuir su participación en la vida social del Reino. Esto se llevó a cabo, por influencia del obispo Pablo de Santa María. El ordenamiento, se llevo únicamente en algunas ciudades, ya que los afectados, recurrieron a sus fueros antiguos para rebatirlo.

La Reina Catalina de Lancaster, falleció en Valladolid el día 2 de junio de 1418, a los 45 años de edad. Su hijo tomó inmediatamente el poder, sin continuarse la regencia.

El cadáver de la Reina Catalina de Lancaster, fue trasladado a la ciudad de Toledo, donde recibió sepultura en la Capilla de los Reyes Nuevos de la Catedral de Toledo, en la que sus restos mortales reposan en la actualidad. El sepulcro de la reina está colocado junto al altar de San Hermenegildo y al lado del Evangelio. Dos ángeles sostienen la cartela en la que aparece esculpido el epitafio de la reina:

AQUI YACE LA MUI CATHOLICA Y ESCLARECIDA SEÑORA REINA DOÑA CATALINA DE CASTILLA E LEON MUGER DEL MUI TEMIDO REI DON ENRIQUE MADRE DEL MUI PODEROSO REI DON JUAN TUTORA E REGIDORA DE SUS REINOS HIJA DEL MUI NOBLE PRINCIPE DON JUAN PRIMOGENITO DEL REI DE INGLATERRA DUQUE DE GUILANA Y ALENCASTRE E DE LA INFANTA DOÑA CONTANÇA PRIMOGENITA Y HEREDERA DE LOS REINOS DE CASTILLA DUQUESA DE ALENCASTRE NIETA DE LOS JUSTICIEROS REYES DEL REI DON PEDRO DE CASTILLA POR LA QUAL ES PAZ Y CONCORDIA PREVISTA PARA SIEMPRE ESTA SEÑORA FINO EN BALLADOLID A 2 DIAS DE JUNIO DE 1418 AÑOS FUE TRASLADADA AQUI DOMINGO 10 DIAS DE DICIEMBRE AÑO DE 1419.

Catalina de Lancáster y  Enrique III de Castilla tuvieron tres hijos:

* María (1401-1458). Contrajo matrimonio con Alfonso V de Aragón y fue sepultada en el monasterio de la Santísima Trinidad de Valencia.
* Catalina (1403-1439). Contrajo matrimonio con Enrique de Trastamara, hijo del rey Fernando I de Aragón y de la reina Leonor de Alburquerque. Fue sepultada en el monasterio de Poblet.
* Juan (1405-1454). Rey de Castilla a la muerte de su padre. Fue sepultado en la Cartuja de Miraflores.