Felipe III, llamado «el Piadoso» nació en Madrid un 14 de abril de 1578 falleciendo el día 31 de marzo de 1621. Fue Rey de España y de Portugal desde el 13 de septiembre de 1598 hasta su muerte.

Hijo de Felipe II y de Ana de Austria (1549-1580), en 1598 se casa en Valencia con la Archiduquesa Margarita de Austria-Estiria, quien fuera hija del Archiduque Carlos II de Estiria y de María Ana de Baviera. Era  nieta del tío-abuelo paterno de Felipe, el emperador Fernando I. Bajo el Reinado de Felipe III, el Imperio Español alcanzó su máxima expansión territorial.

Gran aficionado al teatro, la pintura y, sobre todo, a la caza, delegó en su válido el Duque de Lerma, los asuntos de gobierno.  El Duque de Lerma fue sustituido en 1618 por el Duque de Uceda, al que limitó las funciones.

Fue considerado el primero de los Austrias Menores, debido a la grandeza de Felipe II y Carlos I, pero cabe destacar que durante su reinado el Imperio Español incorporó territorios del norte de África y en Italia, alcanzando unos niveles de esplendor cultural inéditos.

La hegemonía de España, se debió en gran medida a la «Pax hispánica» (paz hispánica) que se conoce al periodo del reinado de Felipe III junto al Duque de Lerma. Su política era pacifista, lo que dio a Europa una época tranquila que permitieron que España ejerciera su hegemonía sin guerras.

El Duque de Lerma ejercía el poder no en virtud de un cargo oficial, sino por la amistad y confianza que le otorgaba el Rey. Durante el siglo XVII este tipo de personas eran llamadas «privado, valido o, en alguna ocasión, favorito». Ejercían el poder en nombre del Rey y toda la administración y decisiones políticas se les pueden otorgar a ellos, las buenas y las malas.

El duque de Lerma se ocupo de mantener la paz internacional, terminar de expulsar a los moriscos y un enriquecimiento personal debido a su posición privilegiada. Felipe III aumentó la fundación de monasterios y la Compañía de Jesús, con la que tuvo cierto recelo por su padre, fue favorecida por el monarca aumentando su influencia en la corte y en la sociedad.

Durante el reinado se llevaron a cabo las reformas necesarias para solucionar los problemas de corrupción e inoperancia de la administración de la Monarquía: ademas de los cambios introducidos en los tradicionales Consejos, se usaron cada ves más Las Juntas, que buscaban mermar el poder de los Consejos, favoreciendo así un gobierno más ágil y coherente, aunque no dieron el resultado esperado. Los problemas económicos, arrastrados desde el reinado anterior, hicieron que la Corona dependiera de las Cortes, a las que reunieron con más frecuencia que sus antecesores para que le fueran otorgados los recursos imprescindibles destinados a mantener la acción exterior de la Monarquía.

Varios fueron los problemas económicos. La adopción de la moneda de vellón (una aleación de plata y cobre) para las transacciones en el interior del país dio lugar a un gran problema. Desde 1599, se hicieron manipulaciones en ellas, consistentes en quitar plata a la moneda e incluso peso, para especular luego con el metal. La moneda se iría devaluando frente al real de plata. Esto duraría hasta los años 80 del siglo XVII.  Por otro lado, la llegada de metales preciosos de América era tal, que se produjo una inflación que en la primera mitad del siglo XVII llegaría al 107%. Felipe III había encontrado unas arcas casi vacías por el gran costo de las guerras y porque la enorme cantidad de metales preciosos traídos a Sevilla había generado demanda de objetos de lujo que eran producidos fuera de la Península. En 1607 la Hacienda Real suspendía pagos al no ser capaz de hacer frente a la devolución de la deuda. No era la primera vez, ya que con Felipe II la corona estuvo en suspensión de pagos en 1557, en 1575 y en 1596. La situación se solventaría tal y como lo hizo antes Felipe II y como haría posteriormente Felipe IV. Se entregó a los banqueros acreedores de la Corona juros, es decir, títulos de deuda pública, a cambio de créditos.

La Corte española, por influencia del Duque de Lerma, se trasladó temporalmente a Valladolid, ciudad más próxima a su finca de Lerma, volviendo luego a Madrid en 1606.

En 1609, Felipe III decretó la expulsión de los moriscos de España por varios motivos:

* La actitud de los moriscos reconvertidos poco convencidos, en un Estado defensor del catolicismo.
* Su posible alianza con los turcos y berberiscos que atacaban constantemente las costas de Levante.
* Su impopularidad entre la población.

Entre 1609 y 1610 salieron de la península cerca de 300.000 moros. Para la operación fueron movilizados 30.000 soldados y la Armada fue la encargada de transportarlos hasta Túnez o Marruecos.

Esta medida afectó considerablemente a Valencia, a las vegas de Aragón y a las huertas de Murcia, disminuyendo la mano de obra. Los cultivos de azúcar y arroz tuvieron que ser sustituidos por la morera, la viña y el trigo.

En marzo de 1618 el Duque de Lerma fue nombrado cardenal de San Sixto, lo que le obligó a renunciar a sus cargos de palacio. Lerma, aun mantenía una influencia en Felipe III, pero las desavenencias de posturas en la defenestración de Praga, en mayo de 1618,  evidenció la vulnerabilidad del valido en contra posición a Baltasar de Zúñiga.

Lerma intento influir en el príncipe Felipe, pero fueron abortados por el bando de su propio hijo, el duque de Uceda y el confesor real, fray Luis de Aliaga, en un episodio conocido como la revolución de las llaves. El sacerdote jesuíta Jerónimo Florencia, confesor de los Reyes, tomo parte contra el Duque de Lerma. Semanas después, el 4 de octubre de 1618, el Rey comunicó al duque de Lerma el cese del favor real.

El duque de Uceda y fray Luis Aliaga, Inquisidor general, llevaron mano a mano el gobierno de la Monarquía. El duque de Uceda sobre los asuntos de la Corona y Aliaga sobre el funcionamiento de los Consejos. Aun así, su poder fue más reducido que el de su padre, ya que el Rey dedicó más interés en los asuntos de Estado.

Su gestión se caracterizó por la incapacidad para el gobierno y la falta de influencia sobre el Rey. Cuando Felipe IV ascendió al trono, fueron de inmediato cesados.

El reinado de Felipe III destacó por la «paz internacional», pero España tenía varios frentes abiertos: los turcos otomanos, Venecia y el Ducado de Saboya. En Norteamérica, se profundizó en las conquistas españolas al norte de Florida.

Al llegar Felipe III al trono en 1599  la guerra con Inglaterra continúa. Se enviará una flota de 50 barcos al mando de Martín Padilla para atacar a las costas de Inglaterra , dado el éxito de expediciones como la de Cornualles de 1595. Pero la flota fue destruida totalmente por una tempestad. En 1601 parte una expedición para ayudar a los católicos de Irlanda a independizarse de Inglaterra, dando lugar la batalla de Kingsale.

La llegada al trono de Jacobo I de Inglaterra, en 1603, torno las relaciones e Inglaterra se convertiría en un sólido aliado para España. En agosto de 1604 se firma la Paz de Londres, mejorando las relaciones comerciales y diplomáticas entre ambos países. Jacobo intentó casar a su hijo Carlos con la infanta María Ana de España. Esta idea que tenía un fuerte apoyo dentro de Inglaterra de muchos ministros y diplomáticos, que pasaron a ser llamados «Partido Español».

Carlos llegó a España en 1623 con el Duque de Buckingham para ganarse la mano de la princesa pero fracasó. España exigió para el matrimonio la conversión de Carlos al catolicismo.  Al regresar, Carlos y Buckinham pedirían a Jacobo que iniciara la guerra contra España, sin embargo no lo hizo. Tras la muerte de Jacobo en 1625 se inició una nueva guerra anglo-española, enmarcada dentro de la Guerra de los 30 Años.

Felipe II legó los territorios de los Países Bajos a su hija Isabel Clara Eugenia y a su marido, el archiduque Alberto, con la condición de que si fallecían sin herederos, éstos volverían a formar parte de la Corona española. Los buenos oficios de los nuevos gobernantes y el agotamiento tras la guerra de las provincias rebeldes del norte (protestantes luteranos) y los meridionales (aliados a España) llevaron a la firma en 1609 de la «Tregua de los Doce Años» con las Provincias Unidas. Esto supuso la independencia casi de facto de los holandeses, y permitió el inicio de su expansión por las Indias Orientales y el Caribe. En vista de esto y de la alianza de Holanda con Inglaterra, España volverá a inmiscuirse duramente en combates en Países Bajos bajo el reinado de Felipe IV.

Con Francia, se iniciaba el reinado de Felipe III con una paz firmada de antemano, pero a Enrique IV de Francia lo matan en 1610, preparando una campaña contra España en Italia. Esto produjo una época de inestabilidad en el reino francés. Luis XIII, hijo de Enrique IV tenía sólo nueve años, por lo que su madre María de Médici, queda como Regente Reina. Esta, pide ayuda a España para luchar contra los hugonotes. En 1614, se decretó la mayoría de edad de Luis XIII.

La paz quedaría consolidada en 1615 mediante el matrimonio del Rey francés, con la Infanta española Ana de Austria, y del príncipe heredero de España, el futuro Felipe IV, con Isabel de Borbón.

En Italia, el duque de Osuna, virrey de Nápoles, y el marqués de Villafranca, gobernador en Milán, dirigieron la política de la Monarquía española en Italia, encontrando la resistencia del ducado de Saboya y de Venecia. Con la apertura de la nueva ruta entre la Valtelina, en Suiza, para asegurar la conexión entre el Milanesado y los Países Bajos, se produjo en 1618 la conjuración de Venecia, con la persecución de agentes pro-españoles.

Aumentó las posesiones de España en el Milanesado anexionandose de Finale y la ciudad de Novara y, con una buena gestión política anuló los éxitos de Enrique IV sobre el Duque de Saboya en el Tratado de Lyon de 1601. Se aseguró el paso de las tropas españoles por el Tirol al Imperio y a Flandes con la construcción del fuerte del Conde de Fuentes, continuador del Duque de Alba, a la entrada del Valle de Valtelina, con lo que prevenía el corte del tradicional camino entre Saboya y el Franco Condado.

En la Guerra de los 30 años, España apoya al Emperador Fernando II de Austria en contra de Federico V, quien tenía el apoyo de Francia e Inglaterra. Esto ocurría en medio del enfrentamiento entre católicos y protestantes en Bohemia y Alemania. el conflicto sería de gran intensidad.

Fernando II de Habsburgo pidió ayuda a sus familiares españoles para hacer frente a la rebelión de los alemanes protestantes. España, que era aliada de Austria y de Baviera, se enfrentó a los protestantes bohemios apoyados por el Palatinado, que encabezaba a los príncipes alemanes de la Unión Protestante. Las tropas españolas mandadas por Ambrosio de Spínola en el Palatinado, vencieron en la batalla de la Montaña Blanca en 1620 contra los checos.

Las principales figuras artísticas del Siglo de Oro español, nacieron a finales del reinado de Felipe II y durante el de Felipe III, en las dos ciudades más prósperas: Sevilla, Puerto de Indias, y Madrid, sede de la Corte.

Mateo Alemán publica Guzmán de Alfarache. Miguel de Cervantes la primera parte de Don Quijote de la Mancha. En 1615 Cervantes publicará la segunda parte. Diego Velázquez realizará sus primeras obras en Sevilla. Cervantes, consagrado como escritor y viviendo en Madrid, compartirá vecindario con el prestigioso escritor de obras de teatro Lope de Vega. También Luis de Góngora y Francisco de Quevedo escribieron durante esta etapa.

Bajo el reinado del tercer Felipe, España alcanzó su verdadero cenit. España logró su máxima expansión territorial, y jugó un papel crucial tanto en la paz como en los conflictos bélicos de gran envergadura que la sucedieron.

Felipe III y la reina Margarita de Austria-Estiria tuvieron ocho hijos:

* Ana María Mauricia (22 de septiembre de 1601; † 20 de enero de 1666), reina consorte de Francia, esposa de Luis XIII.
* María (*/† 1 de febrero de 1603).
* Felipe IV (8 de abril de 1605; † 17 de septiembre de 1665), casado con Isabel de Borbón.
* María Ana (18 de agosto de 1606; † 13 de mayo de 1646), emperatriz del Sacro Imperio, esposa de Fernando III.
* Carlos (15 de septiembre de 1607; † 30 de julio de 1632).
* Fernando (16 de mayo de 1609 ó 24 de mayo de 1610; † 9 de noviembre de 1641), conocido como el Cardenal-Infante.
* Margarita (*/† 24 de mayo de 1610).
* Alfonso (*/† 22 de septiembre de 1611).

Firma de Felipe III