Puede sonar ciertamente de película, pero existió un príncipe francés, que se convirtió en Infante de España al casar con la hija de un Rey español, que fue padre de una Reina desafortunada, financió el derrocamiento de su cuñada con la intención de ser nombrado Rey y fue pretendiente al trono de Ecuador. Antonio de Orleans, conocido por ser padre de la infortunada Reina Mercedes, tuvo una ajetreada vida que le llevó a dar tumbos por Francia y España y que quiso llegar a Ecuador como Rey

Fue nombrado príncipe de Francia al ocupar su padre, Felipe Luis I, trono. Con la intención de llegar los Orleans al trono español, su padre le casa con la Infanta Española Luisa Fernanda de Borbón, hermana de Isabel II, con la creencia que el matrimonio de ésta con su primo el Infante Francisco de Asís no tendría descendencia. Pero el Orleans se equivocó, por lo que su vástago, que no se conformaba con no inmiscuirse en la política española, siguió urdiendo complots para derrocarla, algo que consiguió, pero no con el objetivo que había imaginado, ya que no fue llamado a ocupar el trono.

En 1846, el ex presidente de Ecuador Juan José Flores, había trazado un plan para crear un Reino en su país, teniendo eco en las principales cortes europeas con pretensiones en América. Francia, que ya había pretendido la ocupación de México en una primera guerra, conocida como «la de los pasteles» quería imponer su política en el continente americano bajo un protectorado y alianzas familiares, por lo que el mismo Rey Luis Felipe I, padre de Antonio de Orleans, dio el dinero suficiente para iniciar la expedición que pudiera aupar a su hijo como Rey de Ecuador.

Finalmente, y por diferentes motivos, estos planes de Flores no se llegaron a concretar nunca y Antonio de Orleans jamás llegó a coronarse como Rey.