Con la medalla que le regalara en vida la Madre Teresa de Calcula, con la insignia de las Misionaras de la Caridad, y vestida de Blanco, acogiéndose a la dispensa papal a la que solo unas pocas mujeres del mundo pueden acogerse, que son las Reinas Católicas, teniendo el privilegio de vestir de este color ante el Sumo Pontífice, la madre de SM el Rey Felipe VI, la Reina Doña Sofía, ha encabezado la delegación española que hoy a asistido a la Canonización de Santa Teresa de Calcula, la mujer que durante sus años de vida llevo la esperanza, la luz, la palabra de Cristo y una sonrisa a los millones de pobres que a lo largo y ancho del mundo acogido en sus misiones.

A su llegada a Roma, la Reina Sofia saludó al Papa en la Capilla de la Piedad, poco antes de que Francisco I oficiara la ceremonia de canonización de la que ya era Santa en la Tierra, pero ahora lo es oficialmente en los altares de la Iglesia Católica. Tras ello, la Reina ocupó su lugar en la primera fila de la plaza de San Pedro, a la izquierda del altar. Antes de la ceremonia, la Reina emérita saludó a los representantes de las delegaciones del resto de países presentes en la ceremonia.

La Reina prescindió en esta ocasión de la mantilla española, como gesto de sencillez ante la ceremonia de canonización de la Santa. Junto a ella estuvieron la Presidente del Congreso Ana Pastor Julián y el Ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo.