Cuando radicales y antidemocratas como los representantes del partido comunista Podemos, defensores de etarras como Bildu, los desaparecidos IU o aquellos que se hunden en sus propias incoherencias tales como ERC o la antigua Convergencia del 3% de los Puyol, critican al unísono el mensaje de Navidad de Su Majestad el Rey, quiere decir que el mensaje les ha calado, ha escocido y Don Felipe eligió las palabras certeras y claras.

Aquellos que han criticado un mensaje que estaba cargado de unidad, legalidad, familia, esfuerzo, España y esperanza en el mañana, son los mismos que niegan a los demás la libertad de pensar como a uno le de la gana; son los que se pegan puñaladas ellos mismos por conseguir un sillón dentro de su propio partido; son los mismos que prometieron bajarse los sueldos y siguen cobrando igual, en algunos casos más, que sus antecesores; son los mismos que prometieron ser firmes contra la corrupción, pero que no ejercen la dimisión personal ante los casos claros de nepotismo, corrupción y acumulación de cargos públicos a pesar de negárselo a otros.

Esos que critican, son los que apoyan a los asesinos terroristas, los que ponen en la misma linea a los asesinados y a sus verdugos, los que niegan, como si de un mal sueño fuera, los casi 1000 asesinatos de la banda mafiosa ETA y se permiten el lujo de reclamar la vuelta a la región vasca de criminales asesinos, mientras estos no entregan las armas, no piden perdón y no ayudan a esclarecer los más de 300 asesinatos que aun no han sido juzgados.

Todos ellos, que no han trabajado en su vida, se permiten el lujo de decirle al Jefe del Estado que es lo que debe hacer, decir y hasta le indican la puerta de salida, mientras ellos saludan, felicitan y lloran la muerte de dictadores comunistas, que han asesinado y matan a su pueblo de hambre.

Pero los hay incluso más ignorantes y palurdos, que ven en las palabras de Su Majestad el Rey, cuando llama a no abrir viejas heridas y a seguir construyendo un futuro alejados del odio y del rencor, una defensa del franquismo. Es curioso como esta gente de la Memoria Historia, olvida como su régimen de terror cometió en España el mayor genocidio de religiosos, como asesinaron en checas y cementerios a niños, mujeres y hombres por el mero echo de pensar o seguir manteniendo su FE por encima de las amenazas y asesinatos. La transición quiso cerrar esas heridas, la de todos, pero hoy algunos siguen empeñados en reabrirlas.

Y estos son, los que han criticado las palabras de SM el Rey. Conclusión: Las palabras del monarca no pudieron ser más acertadas.