Han mentido, acosado, sustraído dinero público, se han saltado la constitución, el estatuto y las normas del parlamento regional catalán, han expulsado de Cataluña a más de 2000 empresas, tienen a los autónomos ahogados, dividida la sociedad en dos, radicales a la espera de generar violencia, y no contentos con eso, ahora dicen que no estaban preparados para la independencia, que no tienen mayoría social para ello y que todo es simbólico. Y claro, hay que desviar la atención.

¿Y como se desvía la atención de tus propias mentiras? insultando, menospreciando y echando la culpa a los demás, y sobre todo, al que ha frenado el golpe de estado con su intervención, que no fue otro que SM el Rey Felipe VI.

Tenemos un gobierno, si, y partidos políticos, pero hasta que el día 3 de octubre no salió Felipe VI en televisión para hacer una declaración institucional, ni gobierno, ni oposición democrática hicieron nada, siendo, por otro lado, la espita que necesitaban los españoles para salir a la calle y reivindicar la libertad y nuestra constitución. La consecuencia de todo ello, es que los radicales han identificado quién es la persona que les desbarató los planes y ahora cargan contra él.

Tanto los comunistas de Podemos, con su líder Pablo Manuel Iglesias a la cabeza, como el bufón de la corte, el diputado radical Gabriel Rufián, se han dedicado a insultar al Rey y a la Familia Real, en un intento de desprestigiar a quien se ha puesto delante de la defensa de la legalidad y la constitución. Intento en vano, ya que a nadie se le escapa que sin la intervención de SM el Rey, el golpe de estado de los secesionistas catalanes habría ido por otros lados más afortunados para ellos y seguramente no estaríamos en la situación actual, por lo que los españoles saben quien ha dicho las cosas claras y se ha puesto al frente de la legalidad.

El Rey despertó en los ciudadanos las ganas de salir a la calle y defender lo que es nuestro. La unidad, convivencia, armonía, paz, libertad, estado de derecho y bienestar. Unió a los partidos democráticos entorno a la defensa de la constitución y arropó a los millones de ciudadanos que se sentían acosados por las autoridades del gobierno autonómico de Cataluña.

Tanto el nacionalismo radical como el comunismo, quieren una sociedad amordazada y a sus pies, y ver como sus planes se desbarataban  no es algo que vayan a perdonar y menos aun olvidar. Esto ya lo sabíamos, pero aun así el Rey hizo lo que tenía que hacer, que es defender la Constitución Española, nuestra Libertad y la Democracia que nos dimos todos con grandísimo esfuerzo.

No se saldrán con la suya, jamás lo permitiremos los españoles, y Su Majestad siempre estará al frente de la Libertad y en Defensa de la constitución.

BRAVO MAJESTAD.