Quienes aprueban una oposición a la Judicatura en el Reino de España, no solo son poseedores de uno de los títulos de mayor prestigio, ya que les acompaña el esfuerzo, la capacidad de sacrificio, responsabilidad y afán de superación. Ellos, a los que ayer SM el Rey Felipe VI entregó sus títulos, le recibieron en Barcelona con una calurosa y sonora ovación. Fuera, el brazo armado de los secesionistas catalanes, gritaban, insultaban y provocaron algaradas callejeras.

A veces es bueno poner frente a frente a los unos y a los otros, porque nos es mucho más fácil ver la realidad. El trabajo, esfuerzo, sacrificio y estudio se puso ayer del lado de la legalidad, la democracia, la Constitución y la Corona. Los otros, los que cortan carreteras, agreden a los que no piensan como ellos, dan golpes de Estado y pretenden alterar la convivencia pacifica de la sociedad catalana, del lado de la violencia.

El Rey Felipe VI, puso de manifiesto el apoyo de la Corona y la confianza de todos los españoles en los nuevos jueces, que recibieron sus despachos en el Auditorio de Barcelona, a los que les dijo que era consciente de » la dificultad que entraña el ejercicio de vuestra función y de la responsabilidad que comporta» elogiando que sean «independientes, inamovibles, responsables, sometidos únicamente al imperio de la ley» ya que sus decisiones están «guiadas por la tutela» de la Constitución como «norma fundamental del ordenamiento jurídico».

«Gozáis del respaldo de todos para que vuestra actuación responda fielmente a las expectativas depositadas en la labor de juez, como garantía última de los derechos y factor esencial para el respeto de la ley, como expresión democrática de la voluntad de los ciudadanos», aseguró el Rey, a quien los asistentes, en pie, han brindado una cerrada ovación.

Don Felipe, recordó que el Estado, «debe siempre velar por el bien común de todos los ciudadanos», y que el Poder Judicial, en concreto, debe mantener su independencia «conforme a los valores constitucionales de libertad, igualdad, justicia y pluralismo político» y reiteró, ante los nuevos magistrados, que desde hoy son «servidores públicos que salvaguardan y garantizan los derechos y libertades de todos los ciudadanos»