Se nos acaban los calificativos para denominar a esta ralea de gentuza que demuestra día a día que son una pandilla de mezquinos, sinvergüenzas y mal nacidos, siendo estos los más «livianos» que podemos soltarles por aquí. Estaba claro que las víctimas les importan bien poco. Quien se hace fotos con un terrorista como Otegi, ¿como va a respetar a las víctimas del terrorismo si él es un terrorista? Esto es lo que el Nazionalismo ha hecho, y demuestra con sus acciones quienes son y que clase de gentuza son.

Hemos vuelto a asistir a sus actos enfermizos que desbarraron nuevamente y escupen en la memoria de la víctimas, haciéndose fotos con el lazo amarillo de la vergüenza, el que apoya a golpistas, han usado los homenajes para dar, nuevamente, un espectáculo bochornoso y, permítannos la licencia, demostrar lo asquerosos que pueden llegar a ser, politizando un día que debía estar enmarcado por la solidaridad con las familias de las víctimas y los heridos.

Con esta gentuza no se puede dialogar ni tratar de minusvalorar sus insultos como está intentando hacer desde el gobierno, porque son radicales y violentos. No han pedido perdón por violentar a la sociedad, por arruinarla, por expulsar empresas, por su corrupción del 3%, el secuestro de las instituciones, el odio que han diseminado, la degradación de la región, por incumplir las normas y saltarse las leyes. Con gentuza como esa, que da un golpe de Estado y pretende salir impune de él, no se debe dialogar porque se les está dando la razón a sus actos. Han arruinado Cataluña y siguen haciéndolo.

Mientras los Reyes, las altas autoridades del Estado y el público rendía homenaje a las víctimas en la plaza de Cataluña, en las inmediaciones se concentraban miembros de la ANC, que repartían panfletos sobre los políticos presos, y de los Comités de Defensa de la República con pancartas que decían «Cataluña no tiene Rey» y «Del pueblo para el pueblo». Incluso, colgaron una gran pancarta en uno de los edificios que daba a la plaza en la que se podía leer en inglés que el Rey no era bienvenido en «los países catalanes» y que los Mozos de Escuadra no quisieron retirar a pesar del flagrante insulto a las víctimas, que eran las protagonistas, al igual que a la figura del Jefe del Estado, y por extensión, a toda España.

Sus Majestades los Reyes Felipe VI y Letizia, contra viento y marea, han estado donde tenían que estar, con las víctimas, apoyando en nombre de todos los españoles a los familiares de las asesinados en el atentado islamista de Barcelona y Cambrils y a los que quedaron heridos y jamás olvidarán aquellos instantes en los que les cambió la vida. Los Reyes han estado, como siempre, a la altura de las circunstancias, sabiendo donde estaban y a quien debían dar su apoyo. La Corona, llevó el aliento y cariño del resto de los españoles a Barcelona y Cambrils, porque cuando en nuestra tierra nos asesinan, nos lo hacen a todos.

El resto, la mala gente y los mezquinos, hicieron lo que se sabía iban hacer.