Los revisionismos históricos están de moda. De un tiempo a esta parte, la reconquista, el descubrimiento de América, la guerra de la Independencia, la transición, la democracia y hasta los Reyes Magos. Todo encaminado a ensuciar, vilipendiar e insultar la historia de España, y, si por el camino lo consiguen, acomplejar o meter miedo a quienes nos sentimos orgullosos de ser Españoles. (en hueso duro han dado)

Eso mismo pasa con la figura de Don Juan Carlos. Recuerda muchas veces esta situación, a cuando un joven de 20 años, de los muchos que vemos en la calle, se dedica a insultar a sus padres y a exigirles todo, incluso achacarles sus propios errores y defectos, olvidando los sacrificios que han hecho por él, incluso antes de nacer.

Y eso mismo pasa con el reinado del Rey Juan Carlos I. Resulta ciertamente curioso que todos esos que hablan, critican y vociferan, gracias a la libertad de expresión que les da la constitución de 1978, no se nos olvide la primera democrática y hecha por todos y para todos, siendo la única votada en referéndum por el pueblo español, menosprecian esa misma Ley de Leyes que les ampara. Es como el niño pijo-progre que se queja del consumismo y el capitalismo desde su calentita habitación, con su Iphone u otro móvil de última generación, y que calza zapatillas de 100 euros, mínimo.

Y nadie puede negar que hay sombras en los periodos de la historia, pero tampoco nadie puede negar, que tras la muerte del General Franco, SM el Rey Don Juan Carlos, que heredó ciertamente los poderes absolutos que tenía el general, capitaneó la reforma política, la constitución y fue el parapeto para que socialistas, comunistas, derecha y centro, es decir, todo el complejo espectro político que buscaba su sitio y su voz en el Reino de España, la tuviera en la constitución española, que recogía la de todos ellos y que el pueblo español, por primera vez, aprobaba en referéndum, convirtiéndose desde ese momento en Rey Constitucional de España y heredero de la Corona más antigua de Europa.

La Transición española no fue fácil y de ello fiel testimonio son los atentados que tanto la extrema izquierda como la derecha intentaron cometer contra la Familia Real, contra toda la Familia Real. Porque tanto unos como otros, entendieron que la Corona era el pilar fundamental del camino a la democracia y ninguno de ellos querían que llegáramos a ella.

Nos encontramos ahora como esa misma situación. La Corona es el nexo de unión de los españoles, la única que puede sentar en una misma mesa a unos y otros, aun cuando los políticos de hoy son unos mediocres comparados con aquellos de la transición. La institución que da estabilidad al Estado y la primera, como nos ha recordado SM el Rey Felipe VI, que defiende que nos enorgullezcamos de ser Españoles, de la historia de nuestra gran Nación y de lo que hemos hecho y seguiremos haciendo en la historia de la humanidad. Y como garante de esa democracia que vivimos todos, los dardos envenenados hacía ella pretenden ensuciar su imagen y mentir sobre ella, ya que sin la Corona, les será mucho más sencillo conseguir sus objetivos de acabar con España y con nuestra democracia.

Hoy, cumpleaños de SM el Rey Don Juan Carlos, en España hacemos gala de una triste y mala costumbre, que es olvidarnos de todos aquellos que nos dieron tanto, y tanto hicieron porque hoy estemos viviendo el mayor periodo de libertad, democracia y justicia que el Reino de España ha disfrutado en toda su historia. Hoy, Don Juan Carlos, tendrá artículos en la prensa, muchos de ellos envenenados y con ganas de mentir a sus lectores, con historias inventadas y mal intencionadas. Tendrá alguna entrada en los telediarios y quizás algún editorial de aquellos que vivieron la transición y saben lo que nos jugamos y lo que conseguimos.

Desde aquí, como no podía ser de otra manera, le damos las GRACIAS, con mayúsculas, a SM el Rey DON JUAN CARLOS I, por mantenerse firme en sus ideales, por traernos la democracia y velar por ella en los momentos más complicados, por haber sido el mejor embajador que España podía tener, por haber impulsado iniciativas, tanto empresariales como sociales, para mejorar el bienestar de todos los españoles, por abrir las puertas a infinidad de empresas españolas, por dotar a España de la estabilidad y mimbres para que disfrutemos de la libertad actual, y por haber servido de ejemplo e inspiración de su hijo, el Rey Felipe VI.

GRACIAS MAJESTAD, GRACIAS.