Los desplantes al Jefe del Estado, lo son a la propia Nación y a los españoles. Hay una estrategia, que tanto los nazionalistas como la extrema izquierda esta llevando a cabo, y es intentar culpar al Rey Felipe VI de los problemas de Cataluña, incluso queriendo hacer ver al Jefe del Estado, como un escollo insalvable para una negociación con ellos, que no sería más que claudicar ante quienes han dado un golpe de Estado, ofertarles más dinero e infraestructura en detrimento del resto de españoles y hacer ver la figura del Rey como algo ajeno a la propia estructura del Estado.

El presidente autonómico de la Generalidad de Cataluña, el xenófobo Quim Torra, afirmó que Don Felipe «ya no es el Rey de los catalanes», argumentando después, sin un ápice de vergüenza o dignidad, si es que en alguna ocasión la ha tenido, que «nunca es tarde para pedir perdón» e invitó al Jefe del Estado a visitar Barcelona y reunirse con él. «Si viniera al Palacio de la Generalidad los recibiríamos con mucho gusto», aseguró el nazionalista.

El gobierno no da la cara ante los desplantes al Rey y a España

Que no tenían vergüenza y dignidad, era de todos conocido, a lo que van sumando la cara dura y falta de respeto. Lo mas grave de todo esto, es que el Gobierno de la Nación no hace nada por dar la cara ante estos desplantes al Rey, y por ende, al resto de España. No se puede mantener un comportamiento tan bajo cuando día tras día se está insultando a Felipe VI, a no ser que seas partícipe de ese juego. No se puede permitir que al Jefe del Estado se le exija pedir perdón por su discurso del 3 de Octubre, que paró el golpe y dio tranquilidad a los españoles, sin que nadie del Gobierno argumente que el Rey hizo lo que constitucionalmente debía hacer, defender la legalidad ante un golpe de Estado contra la democracia española y exigirles a ellos pedir perdón por saltarse las leyes, poniéndose a disposición de la Justicia, a no ser que pretendas ir deteriorando la imagen del Rey con un objetivo espurio, que parece es lo que están maquinando la extrema izquierda, ahora en Moncloa.

Mantiene, quien hace bien poco tachaba a los españoles de raza inferior, el elegido a dedo presidente regional de Cataluña, en no invitar a ningún acto del gobierno autonómico de Cataluña al Rey de España ni asistir a los que la Casa Real les convoquen, cual quinceañero enfadado porque no le dan lo que pido. Lo peligroso, es que este quinceañero tiene una policía armada y usa recursos públicos para manipular a los ciudadanos con machacantes eslóganes en sus televisiones, mientras sigue recortando en sanidad, educación, seguridad y bienestar social.

Quim Torra mantiene sus delirantes argumentos que le hacen desbarrar mentalmente. «presos políticos, exiliados, miles de procesados y el derecho a la autodeterminación criminalizado», son algunas de las quimeras nazionalistas. Esta claro que los nazionalistas han entrado en un proceso de enfermedad mental, en la que su imaginación está apoderándose de sus actos y argumentos, que por desgracia, el Gobierno actual de la Nación Española no se dedica a desmentir, siendo lo más grave, mantener un silencio ante los ataques al Rey, y por extensión, al resto de España.

Ante políticos que se dedican a mentir, saltarse las leyes e intentar dar un Golpe de Estado, no se negocia, se ponen a disposición judicial y se les obliga a pedir perdón y que dejarán de actuar ilegalmente. Pero no, parece que alguien está empeñado en hacer lo contrario y conseguir dentro de un tiempo, un objetivo aun mayor, que es diluir España. Atentos a ello, porque habrá que defender la legalidad, la democracia y la libertad de todos encarnada en la Constitución de 1978, la primera democrática de nuestra historia.