Vivimos en tiempos difíciles, donde nadie puede ponerse de perfil para defender lo que nos estamos jugando. No es un mero intercambio de cromos de los partidos políticos, no es solo un ayuntamiento, una diputación, comunidad autónoma o gobierno de la Nación. No es solo el color político, sino algo mucho más grave, es LA DEMOCRACIA. Lo que nos estamos jugando los españoles estos últimos tiempos es el ser o no ser de una nación, de una democracia plena que está situada en los primeros puestos del Ranking de las democracias más avanzadas del mundo. Nos estamos jugando la libertad, la justicia, la posibilidad de pensar como queramos, de tener nuestra ideología, fe, forma de ser, de no ser coartados, acosados o violentados, de poder ejercer la libertad de expresión, en definitiva, nos estamos jugando la Democracia.

Democracia que la Corona nos puso en las manos para que la viviéramos plenamente. Democracia que la Corona representada en el Conde de Barcelona, Juan de Borbón y Battemberg, se comenzó a fraguar en los años 40 con el empeño que puso el abuelo de Felipe VI para que los españoles se reconciliaran tras la fratricida lucha en la guerra civil, y que el Rey Juan Carlos I culminó con una transición modélica en la que se dieron la mano los antiguos enemigos, sabedores ambos de la necesidad de vivir en paz, libertad y democracia.

Vivimos tiempos difíciles en los que en muchas partes del territorio de la Nación española, los demócratas viven acosados por golpistas que insultan y violentan a todos los que no comulgan con sus autoritarias formas de pensar, y no podemos darles la espalda.

Son muchas veces las que pensamos que no podemos hacer nada para defendernos y apoyar a todas esas personas que viven acosadas, que no podemos hacer nada cuando vemos que desde la Presidencia del Gobierno se ponen alfombras rojas a los golpistas, a los que nos insultan, nos acosan, pero luego ponen el cazo para recibir el dinero de esas «bestias pardas con un bache en el ADN».

Sí podemos hacer, y mucho. Podemos no callarnos, responder al acoso con nuestra libertad y democracia, alentar a quienes sufren el acoso, usar las redes sociales para defender España, defender la Corona y nuestra libertad.

Tenemos la obligación de defender España, nuestra democracia, la Corona, la libertad y justicia que representa la Constitución. No somos unos meros espectadores, no debemos mirar a otro lado, pensar que otro lo hará o dejarlo para no meternos en problemas. No podemos dejar que cuatro sinvergüenzas acaben con una de las naciones más antiguas del mundo, con la democracia que tanto nos ha costado lograr. Todos podemos todo, juntos podemos hacerlo, juntos debemos hacerlo. En nuestros trabajos, universidades, colegios, familia y amigos, no os calléis cuando os intenten acosar por ser demócratas, por proclamar la unidad de España, la defensa de la constitución y de la Corona, que es el pilar fundamental de nuestra convivencia en Paz y Justicia.

Todos podemos hacerlo.

VIVA ESPAÑA
VIVA EL REY