En tiempos revueltos, muchos esconden su cabeza de forma miserable y son capaces de traicionar sus propias convicciones por el mero hecho de «sobrevivir» a los acusadores mediáticos, esos que señalan con el dedo acusador para eliminar la libertad de expresión y que abundan en muchos lugares, incluso por aquí. Sin pruebas, sin indicios suficientes, durante cerca de dos años se ha mantenido abierta una investigación a SM el Rey Juan Carlos I, con el único objetivo de horadar a la institución monárquica, último dique de contención para que la extrema izquierda, liderada por el presidente Sanchez Castejón, pueda destruir la democracia que con tanto esfuerzo nos dimos en el año 78.

Y a pesar de archivar la causa, no nos perdamos el auto de los fiscales que ya han filtrado será violento y vengativo, instrumento que usará el gobierno de extrema izquierda y los nazionalistas para seguir atacando la democracia y la libertad que representa la Corona en España.

Y ante todo este espectáculo bochornoso, nos ponemos enfrente para reivindicar la figura de S.M. el Rey Juan Carlos I, artífice real y directo de la democracia en el Reino de España, que capitaneó el barco de la transición con denodado esfuerzo, a pesar de las fuerzas que no querían una reconciliación en España y que ahora pisotean la democracia y la libertad desde la Moncloa.

Don Juan Carlos, que supo desde el primer momento que España era su causa y que la libertad de todos los españoles tenía que venir de la mano de la democracia, fue quién impulsó el cambio pacífico que todos nos merecíamos, dejando atrás las viejas rencillas de unos y otros, y haciendo tabla rasa para los crímenes de la izquierda golpista que nos llevo a la II república, periodo negro y violento de nuestra historia, a través de un Golpe de Estado en 1931, la atroz guerra civil que provocó un Psoe radicalizado, golpista y violento, y la dictadura Franquista que eliminó la libertad.

No, no se puede negar al Rey Juan Carlos su labor por ciertos escándalos, si es que estos son reales, cuando su inmensa labor nos ha llevado a los 40 años de mayor prosperidad, libertad y a la primera democracia que disfrutamos en la historia de nuestra Nación.

No, no se puede negar al Rey Juan Carlos su inmensa labor colocando al Reino de España en primera fila de las potencias mundial, en ser la Nación modelo de muchas en el mundo, de exportar nuestras empresas abriendo puertas que ningún otro hubiera abierto y colocando a España entre las principales economías del mundo.

No, no se puede negar al Rey Juan Carlos que con su sola actuación ha solucionado problemas diplomáticos de alto nivel que podrían haber puesto al Reino de España en una situación muy complicada.

No, no se puede señalar al Rey Juan Carlos desde partidos Corruptos, que han metido la mano en la caja común, que han usado la corrupción política como herramienta de poder, que han defraudado, manipulado, retorcido y ensuciado la democracia española, que han pervertido la constitución, que han recibido dinero extranjero, que son violentos, radicales, antidemocráticos y que viven de generar odio, división y violencia.

SM el Rey Don Juan Carlos se merece nuestro homenaje, respeto y consideración. Por todo lo que ha hecho por España, por todo lo que ha logrado y por su dedicación durante tantos años a la Corona y a España, y nos corresponde a los demócratas estar con él, no hacer leña del árbol caído, defender su legado, que no ha quedado manchado porque es más grande que cualquier otro que pueda haber y sobre todo, mantener la unidad y la defensa de España, de la libertad y la democracia que representa la Corona.